Deseo 12

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Una semana transcurrió, donde Yashiro no cruzó palabra alguna con el pelinegro de ojos ámbar. Quería convencerse de que era por los exámenes, los cuales tendrían que rendir en una semana. Todos en la escuela estaban con la cabeza en otro lado, o al menos los que no deseaban tener clases recuperativas durante las vacaciones.

Solo sabía que su kohai había estado yendo a clases porque lo vio en los pasillos, pero ninguna de esas veces fue capaz de acercarse y hablarle.

No estaba segura de que es lo que había pasado entre ellos para que las cosas se volvieran así. Es decir, ellos nunca habían sido de los que se reunían en los recesos o hablaban sin falta todos los días, pero en el corto tiempo que llevaban conociéndose, Nene nunca se sintió más lejos de él. Era casi como si la hubiese borrado de su vida, como si no la conociese.

"¿Es por la pregunta que le hice? ¿hice algo mal?" se preguntaba una y otra vez la pelicrema.

Una parte de ella sabía que no había hecho nada realmente para ser ignorada de esa manera, tan solo había preguntado algo completamente normal a raíz de algo que era claramente sospechoso. Pero la otra parte no dejaba de cuestionarse y repetirse "de nuevo lo arruinaste todo".

A veces, trataba de consolarse a sí misma diciéndose que no importaba si no había resultado o que él repentinamente haya dejado de hablarle, tan solo tenía que seguir con su vida... aun así, le resultaba difícil tomar sus propias palabras. Odiaba como la afectaba toda esa situación y aun mas el permitirse que lo haga.

Amane se veía tan animado como siempre cuando ella lo veía ocasionalmente, estaba rodeado por sus amigos, seguía sobresaliendo de manera increíble en deportes y algunas chicas indiscretas seguían detrás suya. Era el Amane Yugi de siempre.

—Nene-chan— la voz de Aoi la sacó de sus pensamientos repentinamente. No se había dado cuenta de en que momento su amiga se había puesto a su lado, lucía preocupada— ¿estas bien? hace un rato que estas mirando a la nada.

Se suponía que aprovecharía la hora de autoestudio para hacer algunos de esos endemoniados ejercicios de matemática, pero luego de realizar a penas tres su mente había volado a otro sitio, o mejor dicho a cierta persona.

Realmente quería darse una bofetada a sí misma.

—Estoy bien, solo un poco distraída— sonrió intentando calmar a la pelimorada— estos ejercicios que dio el profesor son imposibles— se quejó, a pesar de que apenas si los había mirado.

—Puedo ayudarte si quieres.

—¿Enserio harías eso por mi, Aoi?— la oji rubí sostuvo esperanzada las manos de su amiga.

Si no podía obligar a su cabeza a concentrarse en los estudios quizá su mejor amiga si podría. Incluso si por alguna razón terminaba dejándola hablando sola, tenía la seguridad de que Akane intervendría de inmediato a ver que su amada estaba siendo ignorada.

. . .

A la hora del almuerzo ambas chicas se dirigieron a la azotea, aprovechando el buen día para comer fuera.

—Akane-kun es demasiado duro cuando se trata de ti— Yashiro gimió adolorida.

Su compañero de clase se había asegurado de mantenerla atenta a la explicación que amablemente se le había ofrecido, era precisamente por eso que le dolía la cabeza después de haber recibido varios ligeros golpes con el libro de la clase.

Aoi rio al recordar la escena— creo que de alguna manera eso te ayudo en algo ¿no? Gracias a él pudiste terminar todos los ejercicios que dio el profesor.

Hagamos cosas indecentes | Amanene/HananeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora