VAMPIRES LOVERS \ 2YEON

Capítulo 3

-¿Dónde te habías metido, princesa?-Regañó Jongin en cuánto vió a la castaña acercarse a dónde se encontraban reunidos, en medios de las aldeas, la gente transitaba en plena noche, eso hizo extrañarse a Nayeon.

-¿Qué está sucediendo? Algo no va bien..-Susurró con desconfianza, a medida que se iba acercando ganando varias miradas cargadas de sorpresa, por parte de los aldeanos allí reunidos, las cuales no iban a nadie más que a su acompañante.

-¿Algo no va bien, dices?-Interfiere Baekhyun, dándole una mala mirada.-Por supuesto, te pierdes por dos días enteros, ¿qué se supone que pase? ¡Creímos qué te había pasado algo! ¡O que tuviste algo que ver con el ataque al palacio!

-¿Ataque al palacio?-Eso hizo que Jeongyeon, quién se había mantenido lo suficiente apartada, observando la escena de reencuentro de la castaña con su gente, les observará ahora con atención. Entrecerrando los ojos un poco. ¿Qué sabían esos pueblerinos con lo ocurrido?-¿De que hablas?-Indagó Nayeon confundida.

-Una fuerza divina debió escuchar nuestras súplicas, porque han derrocado al rey de los vampiros, están exterminando a las bestias de su ejército. Oímos que algunos de sus súbditos se han revelado en su contra, tal vez nos devuelvan nuestro territorio cuando termine la guerra, señorita.-Explicó Jongin, desbordando entusiasmo.

De acuerdo, esa era demasiada información para procesar. Nayeon parecía haberse quedado sin palabras.

Demasiado bueno para ser cierto, ¿verdad?

¿Cuál era el truco?

-¿Y quién será el nuevo rey?-Preguntó. Había oído que el tipo aterrador que gobernaba era increíblemente fuerte, así que, quién sea que ahora le haya arrebatado el trono y acabado con su ejército, debía ser alguien de sumo poder, igual o peor que él. Aquel razonamiento la hizo retroceder.-No creo que nos devuelvan nuestro territorio, Kai. Es muy pronto para cantar victoria.-Podría ser el inicio de otro nuevo infierno.

Baekyun asintió. -La princesa tiene razón. Debemos estar alertas a cualquier movimiento. -Llevó su mirada a la multitud de aldeanos que sea aglomeraban a su alrededor. Levantó la voz.-¡Vayan a casa a refugiarse, la noche ha caído, no debemos olvidar nuestras viejas costumbres y mantener la guardia!-Anunció. Provocando que la multitud comenzará a esparcirse entre las murmuraciones hasta desaparecer, tomando cada uno rumbo a su seguro hogar.

-¿Quién es ese?-Indagó Baekyun, observando a la nueva compañera de su amiga con más atención.

Nayeon se dió la vuelta, atrayendo de su muñeca a Jeongyeon y poniéndole a su lado.-Le encontré en el bosque. Es extranjera. Le ofrecí refugio, se quedará conmigo por unos días.-Explicó sin rodeos.

Baekyun le observó con detenimiento. Sus cabellos dorados, piel pálida y ese atuendo de alta costura. Había olvidado la última vez que había visto a alguien tan bien vestido.-¿Se quedará contigo en tu cabaña?-Alzó una ceja. Era una completa desconocida. No era muy común en que la princesa fuese tan confiada.-Nosotros le podemos dar un lugar mientras puede marcharse, si eso te preocupa.-Sugirió desconfiado.

-No creo que haga falta.-Nayeon se encogió de hombros.-Me salvó en el camino, creo que le debo el acto. Estaremos bien. -Tranquilizó. Dándose la vuelta, conduciendo a Jeongyeon consigo de camino a su cabaña. Llevándola de la muñeca, cómo si se tratara de su marioneta. Baekyun chasqueo la lengua.

Ahora tenía algo más por lo cuál estar al tanto.

No le daba muy buena espina.

Por el contrario, Nayeon, quién parecía no importarle en lo absoluto, dirigió su mirada a Jeongyeon.-¿Y bueno,.. Jeong...-Pronunció su nombre insegura. -Te dejaré quedarte unos días, pero tendrás que salir a cazar conmigo en la mañana si quieres comer algo. ¿Tienes hambre?-Volteó a mirarle. Tal no parece, ya que ignoró su pregunta, estaba más distraída observando su entorno. Nunca había visto tantos humanos juntos, desde que había convivido con ellos antes de ser transformada.