Capítulo 9

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Rosé cruzó la pierna, sin dejarla de ver a los ojos y preguntó directamente. —¿Dime que más fue lo que viste? ¿Lo recuerdas?

—N-no, no exactamente, ahora todo es muy difuso.—Rosé compartió una mirada con Jeongyeon en busca de aprobación.

—Lo que hicimos tuvo efecto, volvimos a archivar esas memorias, no son visibles en su conciencia como sucesos que acontecieron vivídamente, sino más bien, un efímero recuerdo de un accidente mágico.

Jeongyeon se levantó de su lugar, caminando hacía Nayeon.—¿De verdad te sientes bien?

Habían tenido que tomar esas medidas, porque la castaña había sido atormentada desde entonces, sin poder conciliar el sueño y con aterradoras pesadillas siendo torturada.

Nayeon asintió, aunque lucía agotada, poco a poco recuperaba su tranquilidad.

Rosé se levantó de su lugar entusiasta.—Bueno, mi trabajo aquí por ahora ha terminado, sin embargo, mañana te veré en el campo de batalla, mi querida condesa, quiero ver si con el tiempo puedes recuperar tus antiguas habilidades en el cuerpo a cuerpo.

Nayeon asintió, siguiéndola con la mirada por la habitación hasta verla salir por la puerta. Sus ojos regresaron a Jeongyeon.

Puede que haya mentido un poco.

Jeongyeon se acercó a ella.

Y por una extraña razón esta vez su cercanía no parecía molestarla.

Ella había sido su amante ¿No es así?

Su vida pasada..

—Le diré a tus doncellas que te liberen de tus obligaciones durante un tiempo, no tendrás que ser una más de mis concubinas mientras te recuperas, ni visitaré tu alcoba hasta que estés totalmente..

—No.—Jeongyeon la miró a los ojos un poco confundida. —No pienso ceder a tu estúpido juego incluso cuando este estable.

Sonrió, ahí estaba devuelta ella.

Terminó de cerrar la pequeña brecha entre ellas, a sólo unos pequeños centímetros de distancia a su boca.

—No me obligues a ser cruel contigo.—Susurró contra sus labios.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Nayeon, su inconsciente quería seguir presionando sus botones en rojo para ver de que era capaz.

Pero no era normal que pensara de esa manera.

El pasar de los días, le hizo darse cuenta que algo había emergido dentro de ella.

Las pesadillas continuaban, aunque ya muy leves. No tenía que advertir a nadie sobre ello. Lo suficiente para guardarlo para ella. Quería saber realmente lo que sucedía.

Sobre todo, descubrir quién era ella, lo que estaba pasando.

Su manera de luchar había cambiado, su fuerza corporal parecía ir en aumento, a Rosé parecía extrañarle.

Recibió una patada en el abdomen que le dejó sin aire, volando contra los muros que rodeaban el patio del palacio.

Jeongyeon sonrió desde el balcón.

Nayeon se posicionaba frente a ella con una actitud demandante de más, fue necesario que Roseanne diera fin a la lección del día porque estaba agotada y la castaña no parecía querer detenerse.

Después estuvo de vuelta en su alcoba para su higiene diario, lo que les dió suficiente tiempo a Jeongyeon y a la rubia de hablar.

—Es excelente ver como ha avanzando en cuestión de sólo unos pocos días.

VAMPIRES LOVERS \ 2YEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora