Capítulo 2

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Al caer la noche todo continuó de la misma forma en que lo venía haciendo, y así siguieron los demás días, uno trás otro. Sin nada que pudieran evitar. Habían desaparecido dos pequeños entre los aldeanos, el pueblo era atemorizado por el nuevo gobierno, que aparte exigía impuestos por cada miembro que poseyera las familias en el territorio, cada vez más sus compañeros se cuestionaban si abandonar la causa, ya que veían que no habría otra opción más que ceder esta vez a todos los acontecimientos y órdenes reales. Nayeon lo sabía, era lo que le traía irritada.

Por eso esa mañana luego de beber una cerveza bien fría en la taberna de Wonho, había decidido salir de caza por el bosque.

Para matar el tiempo y desahogar ese increíble ira que parecía consumirla por dentro al pensar en las injusticias que se cometían día a día en el Reino que antes solía pensar que era su hogar.

Exhalo hondo. Tomando su arco de la mochila colgada en su espalda, seguido de una flecha de para instalarla correctamente en el instrumento.

El ruido de la brisa y los pastos sacudirse la hizo estar alerta. Prestando suma atención a cada detalle de su perímetro de visión. Levantó una ceja al escuchar algo.
Un pequeño crujido.

No puedo evitar morder su labio inferior con anticipación antes de comenzar a avanzar en la dirección al sonido con silenciosos pasos. Debía ser cuidadosa o su cena se escaparía antes de que pudiera localizarla.

Continuó avanzando, hasta parar a pocos centímetros de su objetivo.

Reprimió una nasal respiración al observar al diminuto animal frente a ella.

Se burló suavemente cuando observó al pequeño conejo dar ligeros saltos alrededor a medida que olisqueaba a la nueva llegada.

—Tranquilo amigo, no devoro a los de mi misma especie. —Rió, dándose la vuelta y comenzando su camino en dirección contraria, estaba por dar inicio a su nueva búsqueda cuando un ensordecedor sonido aplacó sus sentidos. Era ligero pero logró identificar el brusco sonido del calzado impactar contra la hierba que sobresalía entre la nieve, demasiado veloces y ruidosos para ser producidos por un simple animal.

Aguardó en silencio trás escuchar un par de voces.

—¡Se fue por allá!—Logró identificar aquel acento. No muy natural de su zona.

Vampiros.

O eso creía.

Su respiración se aceleró.

¡Aún no se había puesto el sol!

¿Qué estaba sucediendo?

Cuando intentó huir era demasiado tarde, sus pasos se oían cada vez más cerca. ¿A qué estaban siguiendo?

Rezó mentalmente para que sus piernas no le fallarán ahora, pero la vida no es siempre es justa, ¿de acuerdo?
No pudo evitar resbalar sobre la nieve y venirse a bajo. Estrellándose contra un arbusto.

—¡¡Escuché algo por aquí!!—Es sonido del metal chocando contra el suelo y el rechinar de caballos la hizo extrañarse. Si no eran vampiros, de que se trataba entonces...

Antes de que lograra tomar impulso y pudiera levantarse, sintió una fuerza alrededor de su cintura, arrastrándola entre los árboles, apartándose de aquel punto para comenzar a hundirse en la espesura del valle. Jadeo asustada.

Antes de que lograra emitir sonido, sintió una dura rama chocar contra la parte trasera de su cabeza, lo último que pudo observar fue una corta cabellera color dorado frente a ella.

Lo siguiente fue plena oscuridad, para a continuación caer inconsciente.

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VAMPIRES LOVERS \ 2YEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora