Capítulo 11

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Estaba muy nerviosa, en cuánto sus doncellas se fueron, dejandóle en pijama, muy bien arreglada y perfumada, lista para pasar la noche con El Conde, no podía estar más atónita. Creían que finalmente el momento había llegado, sus criadas celebraban de que fuese su chica la elegida por El Conde como su mujer, o por lo menos, la aventura de una noche, veía aquello como el mayor logro.

Mientras que Nayeon, estaba lista, para voltear de cabeza la habitación si era necesario para evitar que le pusiese un dedo encima.

Pero Jeongyeon entró relajada con una bandeja, dos tazas y una tetera.

Beberían el té.

Traía ropas cómodas, dejando de lado su prestigioso traje de Conde, vestía como cualquier otro aldeano, con ropas sencillas y nobles, una camisa blanca casi semitransparente y unos pantalones olgados café claro.

Jeongyeon tomó lugar en el sillón frente al balcón, a muy pocos centímetros de Nayeon, quién fingía leer uno de los libros de su estante, Jeongyeon había elegido toda su colección.

-¿Cómo te has sentido hoy durante la cena?¿Sigues sintiendóte débil y deprimida?

Negó con su cabeza y apartó la mirada sin más; al cielo que se abría destellante entre las cortinas de su balcón.

-Te he notado un poco cabizbaja y sin energía durante tus entrenamientos estos días.-Nayeon no hizo esfuerzo por regresar a verla, y Jeongyeon volvió a hablar;-Recuerdo que tenías una mascota.. Chaeyoung.. Le habías puesto así, a una maravillosa criatura de la noche a la que habías forjado en lo que había sido el uracán de una cueva al sur de Europa. Tenía unas enormes alas, forma de humanoide pero sus cabellos eran de un verde esmeralda muy claro, casi diamantino y tenía unos pequeños cuernos dorados. Era algo pequeña para ser una criatura de la noche como las que acostumbramos ver por aquí.. para nada espeluznante, solías pasar tiempo con ella cuando tenías esos momentos en que querías estar sola... incluso algunas veces llegué a pensar que tenían su propio lenguaje, tú y ella.-Sonrió nostálgica.

Algo en el corazón de Nayeon se encendió, como una llama cálida. Pues creía que La Condesa, sólo había significado tragedia en su vida.

Nayeon parecía muy entretenida con aquel relato, pero no pudo evitar querer saber sobre algo en especial.-¿Puedo preguntar por qué odias tanto a La Condesa?

Jeongyeon suspiró hondo, retomando una firme postura antes de responder con una ceja levantada y su rostro lleno de fastidio, ahí estaba.-Era muy joven cuando la conocí, me enamoré de ella muy fácilmente, así que estaba dispuesta a ofrecer todo, pero jamás esperé que todo literalmente fuese toda mi humanidad, me engañó y deshizo la maldición que la condenaba a la inmortalidad en mí, no sé como romperla o si hay alguna otra forma de tener una oportunidad a una vida mortal y ordinaria, es lo que he aprendido por lo que murmuran las leyendas acerca de la maldición, pero, no creo que La Condesa me haya amado, ya que luego de marcarme, se había liado con unos de sus amantes y escapado a Francia.. Sólo fui otro más de sus títeres, no entiendo cómo pudo deshacer su maldición en mi, cuando tenía a tantos hombres trás de ella, porque exactamente yo, cuando yo estaba lista para ser el rey de mi territorio, y gobernar al igual que mi padre las tierras que me pertenecían por ley, pero ella, hizo que mi reino entero me aborreciera al verme convertida en un vampiro, derrocaran mi castillo, blasfemando en mi contra y hacerme huir de mi propia casa, y mi único error fue enamorarme de ella, no creo que haya un motivo por el cuál no odiarla.

Nayeon permaneció en silencio, haciendóse bolita.

No sé, quizás, tal vez, es un poco incómodo cuando alguien declara abiertamente que te odia. Sólo un poco..

VAMPIRES LOVERS \ 2YEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora