Jeongyeon volvió a besarla, mientras que esta vez Nayeon continuaba poniendo resistencia, esperaba al menos haberle echo uno que otro moretón en el cuerpo, pero sus brazos parecían ser tan fuertes, y al estar atrapada entre ellos, no había forma en que escapara.
Ver este cambio tan abrupto en el comportamiento de la más alta le dejaba sin palabras. No era la misma chica que conoció en medio del bosque. Le había parecido misteriosa desde el principio, pero la manera en que le sujetaba con fuerza, lo veraz que eran cada uno de sus besos ahora, sentía que había algo detrás de esto, como sí hubiese un razón por la cuál fuese tan brusca, no había hecho nada malo, ¿o si?
¿Y si era hija de algunos de esos burócratas que había asesinado en combate?
Tal vez buscaba vengar a su padre.
Eso lo explicaría todo.
Porque había un extraño brillo siniestro en sus ojos, que le hacía sentir como sí le conociera de hace mucho tiempo.
Y eso le resultaba tan entrañable.
Juraba nunca antes haberla visto.
Cedió nuevamente a su beso, dirigiendo sus manos al pecho de la contraria, para comenzar a desabrochar los botones de su camisa.
Cuando Jeongyeon bajó la guardia fue el momento indicado. Levantó su rodilla, dandóle un buen golpe en la entrepierna que le hizo quedarse sin aire durante unos instantes, lo suficiente para que Nayeon lograra zafarse de su agarre y correr por su arco, para apuntar lo más pronto posible en su dirección luego de tomar una flecha.
—Da un paso más y tendré que volver a vendarte.
Jeongyeon frunció el ceño, apretando su mandíbula por el dolor en la zona.—Vendrás conmigo, quieras o no.—Logró articular con voz grave apenas pudo recuperar algo de aire.
—¿Vas a obligarme?
—Puedes facilitar las cosas para ti, no te sugiero hacerme enfadar.—Amenazó, recuperando la compostura.
—¿Para que me quieres?
—¿Para que quieres quedarte con esta gente?—Le devolvió la pregunta.—Te harás daño si continúas peleando como una rebelde. Pronto el nuevo gobierno, se apoderará de estas tierras y no quedará nada para cuando suceda, tus amigos tendran que emigrar, si logran huir de la caza del nuevo rey.
—¿Cómo sabes todo eso?—Indagó levantando la voz, comenzaba a perder la paciencia.
—No importa, sólo huye conmigo, te daré un buen lugar, ven conmigo y...—Nayeon la interrumpió, el sonido de un fuerte crugir trás la flecha enterrarse cerca de su hombro la hizo detenerse.
La flecha estaba bendecida.
Eso debió haberla derribado, incluso si era una de esas criaturas.
Pero Jeongyeon no era un vampiro normal y corriente.
Nayeon permaneció inmóvil mientras le veía sacar la flecha de su cuerpo como si se tratase de una simple astilla. Sin realizar la mínima mueca de dolor.—Dime ahora, ¿qué eres? No creo que seas un simple civil. No iré contigo a ninguna parte sin antes no me dices primero que tipo de bestia eres.
Ahora mismo se sentia como una completa estúpida.
La había vendado, le había alimentado, no, aún peor.
¡La había besado!
Sin saber que tipo de monstruo era.
Ahora no podía hacer más que mirarle muerta de terror.
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VAMPIRES LOVERS \ 2YEON
Fanfiction❝En un mundo cargado de alianzas entre reinos, guerras despiadadas y traiciones. Nayeon, una princesa a la cuál le fue arrebatado su trono, ha tenido que aprender a lidiar con la trágica vida de un aldeano común, cuando las criaturas de la noche y u...