Capítulo 10

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Era la primera vez que compartía la mesa con la gente del concejo. Jeongyeon había pedido su compañía en la cena de esta noche, ya que había estado preocupada por su estado en los últimos días, quería estar al pendiente de ella en caso de cualquier desliz.

No sabía a que se refería con eso o que cenarian exactamente ya que la mayoría en ese salón eran una bola de vampiros, pero sus doncellas le habían vestido con uno de sus mejores vestidos y habían durado horas arreglando su cabello para que luciera hermosa esa noche.

Ellas parecían más deseosas de que el emperador la llevara a la cama finalmente, en vez de la castaña.

Nayeon por el contrario..

Estaba aburrida.

Usando uno de sus utensilios hurgando una y otra vez el puré en su plato. Llevó su vista al plato de Irene que se encontraba a su lado y rápidamente desvió la mirada, conteniendo las harcadas.

Fue entonces cuando Seulgi se aclaró la garganta llamando la atención de todos en el salón.—Mi señora, escuché de unas tropas al norte.. De vampiros, que parecen estar muy entusiasmados por el regreso de La Condesa, no sabemos cómo pero, tal vez haya espías entre nuestro ejército, porque la noticia se estado esparciendo rápidamente y conociendo la reputación de La Condesa aquí presente..—Le dedicó una mirada, levantando la ceja y soltando un respiro con cansancio.—No creo que deseen simple darle un lindo saludito.

—Aparte del asunto con La Condesa, hay varios vampiros que se han estado prestando a la revolución en nuestra contra, no permiten que nuestras tropas se sigan expandiendo a sus territorios, algunos apoyan a la aristocracia de los hombres, esos son algunos rumores, pero también he escuchado que dicen que El Conde; su majestad, es un soberano atroz y quieren tomar su lugar junto con algunos magos. —Habló esta vez Manoban, para luego levantar su copa y tomar un largo trago de su sangre.

Magos.

No sabía que verdaderamente hubieran algunos de ellos entre las sombras de su país.

Toda esta información recopilada era realmente buena, finalmente Nayeon se encontraba atenta, si fuese líder de su grupo revolucionario todavía, esto habría servido para investigaciones.

Jeongyeon la miró con desagrado, claramente leyendo su pensamiento. —Hemos estado tratando a los campesinos de este país como nuestro simple y ordinario corral, es hora de que le demos otra utilidad.

Jennie frunció el ceño, tomando la palabra.—¿Que propone entonces, su Alteza?

Jeongyeon la miró a los ojos.—Un ejército de neófitos, necesitamos comenzar a transformar algunos de tanta masa plebeya, podemos llegar a negociaciones, elegir jóvenes fuertes a cambio de dejar a sus familias con vida, aunque luego de ser transformados, dudo que obtén por otro camino que seguir sus puros instintos.

Nayeon apretó la mandíbula.

Malditos.

Manoban sonrió.—Estoy totalmente de acuerdo, enviaré nuestras tropas apartir de mañana a primera hora, para reunir a los varones más fuertes del territorio, debemos prepararnos cuánto antes para cualquier ataque.

La verdad era que los magos eran silenciosos pero algunos de ellos, mortales enemigos de los vampiros.

Ya que algunos servían a la magia blanca, con la fe de conservar el orden natural de la humildad y desechar cualquier oscuridad del infierno, en ese caso, a los vampiros y criaturas de la noche.

Si había algún grupo, clan o gente reunida practicante de hechicería atacando a los suyos, pronto saldrían de sus escondites para llevar a cabo sus verdaderas intenciones, acabar con El Conde.

VAMPIRES LOVERS \ 2YEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora