Por Ella

Capítulo 21

Jacob.

No podía dejarme, eso no puede suceder, se puede decir que ella es todo para mí, pero es la decisión de sus padres no puedo hacer algo para impedirlo.

- ¿Y qué piensas hacer? - le pregunté, ella miraba sin expresión alguna.

- Nada, no puedo hacer algo, es inútil -

- Nada pierdes con intentar -

- Lo sé, pero ya no me queda otra opción -

- La verdad, no sé que haré cuando te marches, ¿cuándo se van? -

- No lo sé - nos quedamos un momento en silencio. - Tal vez deba irme - dijo

- Si es lo que deseas - me puse de pie y la acompañé hasta la salida.

- ¿Mañana te veré? - dije

- Eso espero -.

Amber.

Seguí el camino hacia mi casa.

- Estaba preocupada por ti - dijo mi madre cuando entré. Yo no respondí y sólo fui a mi cuarto, allá me sentía bien; creo que debo afrontar la realidad y dejar de actuar así. De repente escuché que tocaban la puerta.

- Hija, por favor escúchame - dijo mi madre

- ¿Qué quieres decirme? -

- Déjame pasar - así que lo hice, abrí la puerta y ella entró. - De verdad lo siento mucho, no queremos hacerte sentir mal, pero míralo de esta forma, será una gran oportunidad para salir adelante, hacerte infeliz es lo último que deseamos, pero espero que nos comprendas y que nos perdones -

- No sé que pensar - dije, sólo miraba al suelo.

- No sabía que tenías amigos aquí -

- ¿Siempre creíste que nunca tendría amigos? ¡oh! que gran apoyo -

- Yo no quise decir eso -

- ¿Ah no? ¿entonces qué querías decir? por favor, acepta que siempre me viste como una persona incapaz de hacer amistades -

- Amber... -

- Mejor déjalo así, no empieces de nuevo, que más da -

- Yo tan solo... - no terminó de decir lo que empezó, se puso de pie y se fue, por fin estoy sola, es lo que necesito en este momento.

Empezaba un nuevo día, iba camino hacia al colegio, antes de salir de casa mi madre me dijo que mañana nos íbamos, hoy sería el último día que pasaría allí.

Llegué al salón, Jacob no había llegado todavía.

- Hola - me saludó Howard.

- Hola - dije sin ganas

- Te noto deprimida -

- Hoy es mi último día -

- ¿Qué? ¿te vas a morir? -

- ¡No! - dije y me reí -. Mañana me iré a otra ciudad -

- ¡Oh! no esperaba eso, ¿es qué no te sientes cómoda en este lugar? -

- A mi padre le surgió un mejor trabajo en esa ciudad -

- Comprendo, ¿y Jacob ya lo sabe? -

- Sí -

- ¿Y cómo te sientes? -

- Muy mal, no quiero irme, pero no tiene caso hablar con ellos -

- Debe ser horrible para ti -

- Lo es -

- Sí y para mí también - dijo alguien, me giré y vi a Jacob detrás de mí. - No quiero que te vayas -

- Yo tampoco -

- Ven - dijo y me tomó de la mano.

- ¿A dónde vamos? - pregunté

- Espero pasar el día contigo -

- ¿Y las clases? -

- ¿Por qué te preocupas? te irás mañana -

- Tienes razón -.

Toda la jornada estuvimos caminando por el colegio, hablamos de trivialidades e hicimos muchas cosas más, la pasé muy bien.

- No quiero dejarte - dijo cuando nos encontrábamos sentados en un pasillo.

- Yo soy la que te dejaré -

- Pero no estoy preparado para que me dejes -

- Escucha, no quiero que mi partida te afecte, debes seguir adelante como si yo no hubiera existido -

- Dime ¿cómo haré eso? -

- Debes intentarlo -

- No te dejaré ir - dijo y me abrazó.

- Es la última vez que estaremos juntos - dije en un susurro.

- No me lo recuerdes -. Salimos del colegio y nos dirigimos a nuestras casas.

- Bueno, creo que hasta aquí llegamos - dijo Jacob

- No quiero irme - una lágrima salió de mí.

- No llores, no quiero verte triste -

- ¿Y cómo no estarlo? -

- Como tú me dijiste, intentaré seguir mi vida sin ti, ¿y por qué tú no lo haces? -

- Lo haré por ti -

- Es lo que quería oír - no pude evitar llorar, sentía que no podía dejarlo, no puedo, él es parte de mí.

- Todo estará bien - me dijo

- Pero no puedo dejarte -

- Seguro que todo irá bien - él tan eufórico como de costumbre, quería creer en sus palabras pero sabía que no sería fácil superar esto, sé que no estaré bien.