Buscando en algún estante el libro que quería encontrar desde hace varias semanas. Había salido desde muy temprano, visitando varias bibliotecas en la aldea más cercana que he encontrado, pero fallé nuevamente no lo encontré.
Suspiré y me senté en un sillón que había cerca. La encargada me miró.
—Por tu cara creo que no lo encontraste.
—Esta en lo correcto, creo que iré a casa ahora.
—No creo que sea bueno que te vayas justo ahora, ya que si no haz notado, esta lloviendo fuerte afuera.
Volteé hacia el vidrio y mire como llovía fuerte, había pasado tanto tiempo buscando el libro que quería que no me di cuenta de lo que sucedía a mi alrededor.
—No lo había notado.
—Ya lo suponía, prepararé un poco de té mientras tanto, dame unos minutos. —dijo entrando a la pequeña oficina. Me levanté para mirar algún otro estante, esta vez no buscando el libro, sino buscando alguna lectura para matar el tiempo.
Encontré un libro interesante por el momento y volví a sentarme en el sillón, al abrir el libro, de repente sonó la campanilla de la entrada avisando que alguien había entrado. Me asomé para ver quien había llegado, tomando en cuenta que llovía fuerte afuera y era muy raro que alguien entrará a la tienda. Todavía no había mirado quién era la persona que entró pero noté que afuera había un carruaje, así que supuse que era de esa persona. Quien fuera la persona sea debía de ser alguien de clase alta.
La encargada al oír el ruido regresó al mostrador y se sorprendió.
—Señor, no lo esperaba hoy y menos ahora con esta lluvia muy fuerte, no debería tomar el riesgo a enfermarse.
—No hay problema, estoy bien. —caminó hacia el mostrador y pude ver su figura. Era de cabellos rubios como el oro, alto, de piel blanca y tersa casi como porcelana, estaba mojado por la lluvia lo cual habían mechones de cabello en su frente.
Lo mire detenidamente para notar que sacó algo de su abrigo, abrí los ojos a más no poder al ver lo que tenía en sus manos.
—¡EL LIBRO! —grité de la nada, causando que la encargada y el chico se sobresalten.
La encargada miró el libro de inmediato y entendió rápidamente.
—Oh no puede ser, si es el libro que estabas buscando.
Caminé hacia el chico a pasos grandes para mirarlo fijamente.
—Es ridículo pero gracias por aparecer justo ahora. —el chico me miró muy confundido y volteó su mirada hacia la encargada.
—Bueno venía para devolver el libro, me lo llevé creo que hace un mes aproximado.
—No hay problema señor, ya ni me acordaba, de hecho vino en un buen tiempo ya que la joven lo estaba buscando durante todo este tiempo.
Volteó para verme.
—Ya veo, este libro únicamente lo necesitan alumnos de la escuela Alderic, supongo que tu debes de estudiar ahí ¿cierto?
—Si, bueno en unos días ingreso asi que necesitaba urgentemente el libro.
—Bien, aquí lo tienes —estira su brazo para que yo pueda agarrar el libro.
—Muchas gracias —tomo el libro y lo miro con emoción. Él me mira curioso, y me fijo que está mirando el libro que había agarrado por aburrimiento.
—Veo que tienes un buen ojo para los libros que lees, ¿En cuál capítulo te quedaste? —me mira fijamente.
—Bueno de hecho, hace poco agarré el libro.
—Ya veo, bueno déjame recomendarte, ya que es muy interesante.
—Bueno gracias, lo tomaré en cuenta.
—Esta bien, bueno si me disculpan me retiro ahora mismo. —se inclino hacia la encargada y luego hacia mi.
Avanzo hacia la salida, y se volteó antes de llegar a la puerta. Me miró y dijo:
—Cuando entres a clases, por favor déjame ser tu guía. —se volteó a la puerta y salió dirigiéndose al carruaje que lo esperaba afuera desde hace un rato.
Me quedé viendo como el se iba, y me giré a la encargada para avisar que me llevaría los dos libros. Mientras ella envolvía estos, me quedé pensando en el joven.
—Disculpe, sobre el joven de hace un rato, se nota que el viene seguido ¿no?
—Es correcto, es el cliente más frecuente.
—¿Cómo se llama él?
—Ray
—Ya veo. —terminó de envolver el paquete y me lo entregó— muchas gracias.
Agarré mi abrigo que se había quedado en el sillón anteriormente y me lo puse. Caminé a la salida.
—Clase A, salón 204.
Me volteé para verla y la mire confusa de lo que había dicho.
—¿Qué?
—Es la dirección donde el esta, te servirá a la hora de buscarlo cuando entres a la escuela. Ten cuidado con la lluvia y llega con cuidado a casa. —dijo eso y se fue a su oficina.
Me quedé parada unos segundos y me finalmente salí de la tienda. La lluvia estaba muy fuerte por lo tanto me aseguré de que los libros estuvieran muy cubiertos.
Avance a paso rápido tratando de no resbalarme.
Espero poder verlo pronto...
Ray
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que actualice este libro ¿no? Prometo actualizar en estas vacaciones, tengo muchas ideas.
Mientras tanto, nos vemos cuídense. 💋💋