Cuando te sientes mal:
Shiba:
Se acabó la última clase, me sentía muy mal por mi calificación me esforcé tanto pero tal vez no lo suficiente. Caminé a paso lento a mi habitación.
-¡_____! -gritó Shiba, logrando que pudiera voltear hacia el.
-Shiba, ¿que pasa?
-Quería saber si podías acompañarme a comprar algo.
-Lo siento, no me siento bien
-¿Pasa algo? -sonó muy preocupado
-No es nada grave, no pasa nada -sonreí para no preocuparle tanto - mañana nos vemos.
Me despedí con un beso en su mejilla y comencé a caminar hasta llegar a mi habitación, cerré mi puerta y me apoyé en ella, lo había dado todo en esa clase ¿Por que nunca me sale nada bien? Me arrastre hacia mi cama y me acosté, solo quería dormir.
Luego de un largo rato alguien tocó a mi puerta
-¿Quién es?
-Soy yo, Shiba.
-Oh Shiba, que pasa
-Quise pasar un rato aquí, ¿tienes hambre? -dijo señalando la canasta que llevaba en su mano, me hice a un lado para dejarlo pasar. Nos sentamos en el suelo y Shiba acomodo los pequeños platos -ahora si, dime realmente que es lo que pasa.
-Es que en la clase de arte, yo no saqué la nota que realmente merecía, realmente me esforcé para sacar eso... ahora ya no podre participar en ese concurso.
Shiba se levantó de su lugar, y se sentó a mi lado y me abrazó.
-Estoy demasiado consciente de que te esforzaste tanto, estoy orgulloso de ti -me acarició mi cabeza con suavidad - y en cuanto al concurso, hay uno en la ciudad no está a la misma altura del que estabas participando pero se que en ese si van apreciar tus obras
Volteo para verlo al rostro, se acercó a mí rostro y me besó, me sentí tan feliz de tenerlo a mi lado.
-Cuando te sientas triste no te lo guardes para ti, recuerda que estoy a tu lado para apoyarte -Me volvió a abrazar, esta vez más fuerte.
Ray:
Estaba en mi habitación, mi almohada estaba mojada de tanto llorar desde que vi a Ray hablar con otra chica, ella era muy preciosa, me comparo con cada chica que el habla ¿De verdad Ray me eligió a mi? ¿Por qué yo? ¿Qué tenía de especial? No soy muy linda como las otras chicas.
Tocaron mi puerta, rápidamente me miré al espejo para que no se notará que había llorado aunque no creo disimularlo por mis ojos un poco hinchados, nuevamente tocaron con insistencia la puerta y fui abrir.
Era Ray, di un paso al lado para que el pasará, el entró y se fue a sentar a mi cama, tenía un rostro muy serio y preocupado.
-Hola Ray- me interrumpe.
-¿Donde rayos habías estado todo el día? No entraste a clases luego del receso ¿Te sucede algo?
-No, solamente... no me sentía bien
-_____ no me mientas, sabes que debes ser sincera, dime ¿que pasa?
Me senté al lado de el y lo mire a los ojos, no quería llorar y menos con el viéndome pero no pude.
-Lo siento por sentirme que no soy suficientemente bella para ti
Ray se sorprendió y rápidamente empezó a limpiar las lágrimas que salían de mis ojos y me acariciaba las mejillas