𝐑𝐄𝐓𝐀𝐈𝐍𝐄𝐃 | GEORGE WEASLEY

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨.- 026

George

Ordenar después de cocinar siempre había sido la parte que más odiaba. Después de terminar, Percy huía hacia las habitaciones simulando que dejaría todo en orden antes de que regresaran, claro que siempre había sido con la única intención de librarse de lavar los platos sucios, pero esta vez fue la excepción.

Percy tomó la iniciativa de comenzar a fregar las vajillas que habíamos utilizado para cocinar. Su actitud había cambiado drásticamente las últimas semanas, existían días en los que hasta llegaba a notar cómo liberaba sonrisas y pequeñas risas como jamás lo había hecho desde que habíamos llegado a este lugar.

Sin querer preguntar qué era lo que rondaba por los pensamientos de mi hermano, salí de la cocina adentrándome en el pasillo oscuro, recargándome sobre la pared sin ser visto para escuchar la plática que llevaba la familia Sayre al otro lado.

Sus cenas cada vez eran más silenciosas, Lena parecía ya no gozar de las conversaciones con sus padres como lo hacía antes.

Me dejé caer sentado al suelo arrastrando mi espalda por la pared en busca de encontrar comodidad y descanso para mis piernas y cintura. Lena no había estado en casa durante todo el día y al menos deseaba poder escuchar su voz y saber cómo le había ido hoy afuera.

— ¿Pensaban contarme algún día que decidieron entrar a mi oficina sin mi permiso?

La pregunta de Humbert Sayre me hizo prestar atención después de varios minutos, haciéndome temblar y sudar frío rogando porque no se refiriera a la vez en que Lena y yo habíamos decidido quedarnos ahí pasando el rato.

— no lo sé, ¿Qué de interesante puede tener tu oficina para hacerme querer romper las reglas? — respondió Zander sin prestarle atención.

— siempre creí que serías capaz de encubrir a tu hermana. — confesó su padre provocando otro silencio en la mesa.

— ¿A qué te refieres? — Lena por fin se atrevió a hablar.

— simplemente me aseguraba de saber si serías lo suficientemente madura para asumir que habías sido tú.

Mi corazón se detuvo porque, ¿de qué forma él se abría podido enterar?

Me puse de pie con prisa, asomando mis ojos por la esquina de la pared, alcanzando a distinguir correctamente cómo Humbert mostraba en sus manos la cadena dorada con el dije de la inicial de Maxine que pertenecía a Lena.

Habíamos olvidado recogerlo y había sido complemente mi culpa.

— además, me faltan tres botellas de hidromiel en mi gabinete. ¿Qué sucede contigo Lena? — Humbert le lanzó el collar haciéndolo caer a un lado de su plato. — Te he dado mi confianza.

— lo siento papá. — soltó con la cabeza agachada. — Creí que encontraría un libro de encantamientos y... no sé por qué creí que sería buena idea tomar algunas botellas de alcohol. Debió haberse caído sin que me diera cuenta.

— no me parece que este tipo de collares mágicos sean de los que se caen por sí solos.

El tono seco que usaba contra su hija me hizo darme cuenta de que no parecía querer olvidar el tema tan rápido, buscando alguna forma de desahogar su enojo.

Salí del pasillo dando la cara en el comedor frente a todos, si podía servir de algo, al menos estaría dispuesto a ofrecerme como una opción para que Humbert decidiera desahogarse conmigo utilizando alguno de sus maleficios.

— ¿Necesitan algo más? — pregunté detrás pero esta vez no se interesó por mi presencia.

— ¿Con quién estabas Lena? ¿Y por qué decidiste que mi oficina es una alternativa a tu cama?