𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨.- 027

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Lena Sayre

Cada vez el día de iniciar con mis deberes y rutinas se aproximaba. No estaba lista para el trabajo; ni tampoco estaba lista para conocer personas nuevas y tener que obedecer las reglas de alguien más. No estaba dispuesta aún a dejar mis comodidades del verano atrás, ni mucho menos a George.

Mis padres nuevamente habían salido del estado unos días, dejándome una vez más a cargo de mi hermano. No me quejaba, esta vez no estaba en sus planes querer organizar una fiesta después de la situación que habíamos pasado con nuestro padre al no haber encontrado su colección de botellas de alcohol completa.

La tranquilidad colmaba la casa de arriba abajo después de que Zander se había marchado con sus "amigos" y los dos Weasley por fin tenían tiempo para relajarse, mientras yo en cambio permanecía en mi habitación. Había escrito y enviado cartas a Daphne, todas en espera de que pudiera confirmarme en que ella de verdad vendría a visitarme hoy después de haberlo mencionado en la fiesta de Zander. La incertidumbre que ella tenía por saber en qué día mis padres volverían a irse, me hizo creer que de verdad quería volver a visitarme antes de regresar a Estados Unidos.

Pero sin embargo, no respondió. Y empezaba a dudar que de verdad quisiera hacerlo, después de todo, nuestros encuentros habían sido incómodos y diferentes a como solían serlo, y me abrumaba tener que vivir siempre en el pasado.

Defraudada, salí de mi habitación después de horas de esperar por una lechuza que llamara a mi ventana.

Me adentré por los pasillos buscando a George; el profundo silencio que había me hacía sentir que estaba completamente sola en casa. Él no se encontraba por ningún lugar y comenzaba agobiarme después de no haberlo visto durante todo el día.

— George... — elevé la voz pero no hubo respuesta.

La presencia de alguien rodearme desde atrás sin avisar, me hizo saltar con pánico, pero pronto supe que se trataba de él.

Rió por lo bajo cuando se dio cuenta de que me había logrado asustar. Sus brazos me reconfortaron al instante, sosteniéndose por encima de mí pecho y cintura. Con su barbilla movió mi cabello a un lado acercando sus labios para besar mi hombro y mejilla.

— me asustaste, George.

— no lo hice con esa intención, sólo quería abrazarte.

Sonreí al escuchar su inocente respuesta, claramente no sabría que la verdadera razón por la cual me había asustado había sido por creer que él había desaparecido por alguna razón.

Disfruté hundiéndome en su presencia y olor, distinguiendo al instante que acababa de darse una ducha. Alcanzó a besar suavemente mis labios, logrando ponerme a su merced casi al instante de hacerlo, dejándome pérdida en la forma tan romántica en que me besaba y tocaba.

— espero que no estés intentando conseguir algo.

— ¿Por qué lo crees? ¿Ya no puedo besarte? — se detuvo pareciendo sincero y a la misma vez querer retarme.

Me giró para mirarme por fin de frente sin quitar sus brazos de mi cuerpo. Era relajante el saber que a pesar de que ahora nos encontrábamos de pie a la mitad de la sala, no sentíamos temor de ser descubiertos por alguien.

— jamás sería capaz de rechazar que tú me besaras. — confesé haciéndolo sonreír y aproveché para robarle otro pequeño beso en los labios.

— ¿Tienes hambre? Son casi las cinco y no has comido desde ayer. — me examinó pasando sus dedos por mi cabello. — Puedo cocinarte lo que quieras.

— no hace falta chef, recuerda que hoy es tu día de descanso. — negué también jugando con los mechones de cabello que caían por su cuello. — De hecho, estaba por preguntarte qué te gustaría comer a ti hoy.

𝐑𝐄𝐓𝐀𝐈𝐍𝐄𝐃 | GEORGE WEASLEY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora