12. Izuku y Shinso

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Todos estaban emocionados por lo que incluso partimos antes de lo previsto

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Todos estaban emocionados por lo que incluso partimos antes de lo previsto. Yo hubiera querido que descansemos hasta el almuerzo, pero ellos mismos me dijeron que estaban bien y mientras más rápido lleguemos mejor.

Sero también aporto diciendo que se sentía mucho mejor y que incluso ya podía regular su olor. Su celo debió o debe estar terminando así que estuve de acuerdo y partimos.

Aun estábamos a medio día de ellos, pero a nuestro ritmo llegaríamos en la tarde, mientras anochece. No podía negar que yo también estaba emocionado de volver a verlos. Sus aromas eran excelentes y ellos mismos eran hermosos.

Solo hay algo que no me cuadra, el olor del beta. Es increíble, pero es algo diferente a los olores normales de los betas. Como el momento en el que lo olí fue muy breve no se que podría ser exactamente, pero ya lo averiguaremos.

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Después de un par de horas levanté la vista y pude ver como empezaba a anochecer. Luego la dirigí al frente y pude divisar la enorme roca. Aumenté mi paso y todos me imitaron. Cuando llegamos a la roca nos transformamos.

No había nada a simple vista, pero cuando te acercabas se notaba una grieta algo profunda. Les dige al resto que me esperaran ahí. Entre a la grieta que poco a poco se iba haciendo más grande.

Al final todo olía a manzanas verdes, lavanda y uvas. Cuando termine de entrar me puse a observar todo e Izuku me devolvió la mirada. Estaba cansado, se veía muy agotado, pero pude ver su alivio inmediato.

- Katsuki

《Narra Izuku》~ el día que se fue Katsuki ~

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《Narra Izuku》
~ el día que se fue Katsuki ~

- volveré - mantuvimos nuestras miradas conectadas hasta que finalmente se fue

Me quede ahí parado durante un rato hasta que sentí que alguien iba a mi lado. Shinso se paro ahí y luego me miro - ¿se fue?

- sí, pero volverá, no te preocupes Shinso

- no me preocupa, ni siquiera lo conozco

No pude evitar suspirar. Shinso pertenecía a una manada vecina de la mía. Nos criamos juntos, pero cuando cumplí 10 años el desapareció. Fue una buena sorpresa volver a encontrarmelo y seguramente fue lo único bueno que me pasó cuando me secuestraron, aunque claro no fue en la mejor situación. El había estado con estos betas todo el tiempo, pero al ser un beta dominante les fue mucho más difícil controlarlo y hacer lo que ellos quisieran por lo que simplemente lo dejaron encerrado.

Una manada, un hogar, un lugar seguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora