XI

212 22 13
                                    

[𝐘𝐨𝐨𝐧𝐆𝐢]

Entró al jardín de la mansión y Jon Suk es lo primero que veo. Sus guarda espaldas le siguen y él se acerca con una sonrisa descarada y sus anteojos que le hacen ver inocente ante cualquier cosa que lo rodea.

Que hijo de puta.

—Yoon Gi. ¿Como te ha ido? ¿Te lo follaste? — pregunta sonriente.

—Quitate de mi camino. — le digo mirando a otro lado, ignorandolo.

—Tar te espera. Esta en su despacho. — me dice dándome unos golpes en el hombro y se va.

Cierro los ojos, luchando por no ir y darle un buen golpe en su estúpida cara.

Camino hasta el despacho de Tar y entró sin pedir permiso.

Yo también necesito hablar con él.

Esta sentado y recién termina una llamada.

—Suk estubo a punto de arruinarlo—le suelto, en tono molesto.

— De echo, no. Yo lo envié, necesitaba darte un empujón. ¿Te acostaste con él?

Dudo un poco en responder y luego de suspirar lo hago.

— No.

No me conviene que sepa que lo hice. Entonces, querrá que Jimin este listo cuanto antes.

— Mierda. Oye, el cliente pago algo extra. Dijo que quiere a Jimin lo más pronto posible.

Meto las manos a mis bolsillos y carraspeo.

Carajo.

—Pues no lo se. Jimin es algo reservado. ¿Porque no buscamos otra opción?.

Me mira directo a los ojos y levanta una ceja curioso.

Se endereza y mueve la lengua dentro de su boca.

— No. Yoongi, Jimin es el chico que el señor Kim quiere. Así que más te vale que te apresures y lo tengas listo cuanto antes.—me dice apuntandome con una pluma— No queremos perder un cliente tan importante.

—Ahg... Solo no vuelvas a enviar a Suk. Yo soy quien se encargará de Jimin. No él.

— Echo. Entonces follatelo en estos días, el tiempo corre. Así que aceleraremos todo. llevalo a la tienda y traelo. O tendrá que ser Suk quien entre en su bonito culo.

Me rechinan los dientes y vuelvo a suspirar.

Salgo del despacho y estoy enfadado.

Ahora dudo de si fue buena idea que me encargará de Jimin.

No se si soy capas de hacerle esto.

Y no, tampoco quiero que Suk este cerca de él, no podría soportar la idea de saber que se lo esta tirando.

Estoy cruzando la sala cuando escucho mi nombre.

—Yoon. ¿Cuando término tu tiempo en Daegu? —pregunta una voz a mis espaldas.

La reconozco a la perfección y me saca una sonrisa inconsciente, aliviando algo de mi estrés.

Me giro y es Lu. Esta recargado sobre el marco de la puerta, con su boca ligeramente abierta y se ha cortado el cabello al estilo pixie.

— Lu. Hace un tiempo. No me había dado vueltas por aquí, estaba ocupado con un nuevo chico.

—Ya. —me dice acercándose a mi.

El sonido de sus tacones resuena por la habitación y se muerde el labio antes de colgarme los brazos alrededor del cuello.

Lo tomó por la cintura y nos hundimos en un beso.

𝙳𝚒𝚊𝚛𝚒𝚘 𝙳𝚎 𝚄𝚗 𝚂𝚞𝚖𝚒𝚜𝚘 [Editando Ortografía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora