XX

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Para cuando salgo, envuelto en la bata blanca, Yoon está recostado en la cama, con las piernas fuera de ella y los brazos extendidos. Está mirando al techo que tiene una especie de espejo gigante en forma circular. 

Me mira y se levanta, camina hasta mí y me toma por la mejilla para acariciarla. Yo solo bajo la mirada cansado, esta noche ha sido demasiado para mí, me ha consumido hasta los huesos. Y la ducha me relajo aún más. 

— Hey, mírate... — me toma por las piernas y me levanta, alzándome hasta la cama, donde me recuesta con cuidado. 

Me aparta el cabello de la frente. 

— Estás agotado, necesitas descansar. Hazlo mientras me ducho. 

Se levanta y camina hacia la ducha, suspirando con pesadez. 

Y me maldigo, porque estoy confiando en él aún después de todo... 

Ni siquiera me doy cuenta cuando comienzo a quedarme dormido, perdido en la comodidad de las sabanas frescas y mi cuerpo algo húmedo. 

[Yoon]

Salgo de la ducha y Jimin está dormido, me acerco lentamente y tomó asiento en la orilla de la cama, le remuevo el cabello de la frente y sonrió. 

No puedo hacer esto, no a él. 

Unos minutos más tarde, estoy sentado en la barra de desayuno, mordiéndome el labio e intentando calmar mis ganas de llorar. 

La puerta se abre y no pasa mucho para que tenga a Lu entrando a la cocina agitado. 

— Yoon, ¿Cuál es la emergencia?. 

Le he llamado antes, diciéndole que necesitaba que viniera lo más rápido posible. 

Me toma por el hombro para que lo mire y cuando lo hago su cara se torna preocupada. 

— ¿lloraste? ¿Por qué?. 

Solo lo jalo a mí, para poder abrazarlo y me corresponde confundido. Me da unas palmadas en la espalda y me acaricia el cabello. 

— Ey, todo está bien. — me dice cuando comienzo a llorar en su hombro. 

Me separó y absorbo la nariz. 

— JiMin está arriba, su madre ha llamado un par de veces, pero apague el móvil. — le digo tendiéndoselo y lo toma confundido— Puedes llamar al cliente y hacerlo de una vez, yo me voy. 

Estoy por levantarme del banquillo, pero me detiene con ambas manos sobre mis hombros. 

— ¿Qué? ¿Por qué?. — deja el móvil sobre la barra y se concentra en mí. 

— Porque no puedo, todo iba bien. De acuerdo al plan, le hice creer que olvide la cena y al igual que los demás accedió a acompañarme... Fuimos al baño y después lo vi llorar por una siempre humillación. No quiero estar aquí para cuando llore en serio... 

Me toma el rostro con ambas manos y suspira. 

— ¿Te encariñaste...? ¿Tan rápido?. 

— Me enamoré.

— Yoongi, sabías que no puedes hacerlo. Sabías perfectamente que lo utilitarias y después desaparecerías. 

— Pues voy a desaparecer, solo que de manera prematura al plan. Me voy a Daegu de vuelta.

— Carajo... Ni siquiera tienes dinero para hacerlo. Todo esto, el restaurante, el auto, todo es mero show que te montamos. 

— Mientras el cliente viene, yo iré con Tar y le pediré mi paga, después de todo el trabajo está terminado. ¿Ustedes se van de vuelta a Tailandia en dos meses, no? Entonces no afecta en nada.

𝙳𝚒𝚊𝚛𝚒𝚘 𝙳𝚎 𝚄𝚗 𝚂𝚞𝚖𝚒𝚜𝚘 [Editando Ortografía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora