II

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Paso algún rato haciéndolo mientras cayo jadeos y mi cuerpo se inclina una y otra vez en reacción a las caricias que recibe.

—¡JiMin! ¡Cariño!.

Escucho a alguien llamar a la puerta, el grito me hace asustarme, como si me fuesen a pillar, y me doy un ligero pellizco en la punta del miembro, fue accidental pero me gusta y me hace correrme jalando la cabeza y el cuerpo hacia enfrente.

Me tapo la boca, rogando que sea quien sea que esté afuera, no tuviese tan buenos oídos como para escuchar mi desastre aquí adentro.

¿Cómo entró a mi cuarto? Creí que cerré con seguro.

—¿Estás ahí?

Es mi madre. Tomo aire lo más rápido posible para no sonar agitado y contesto alzando la voz lo suficiente como para ser escuchado.

— ¿Sucede algo?

La escucho soltar una ligera risa.

— Es tu padre. Tus calificaciones llegaron, y él las ha visto. Quiere felicitarte.

¿Mis calificaciones? Ah si los exámenes... Vaya eso a sido realmente rápido. Por lo general tardan de tres a cuatro días en llegar.

—¡Bajo en un momento!.

Escucho su aprobación y después sus tacones perderse hacia la salida de mi habitación.

Luego vuelvo a dónde estaba. Dios... Ha sido la primera vez que me corro, la primera vez que me toco y ha sido increíble. Ahora entiendo porque lo hacen tan seguido algunos chicos.

Mi cuerpo sigue convulsionado y aunque visiblemente es apenas perceptible, lo siento.

Termino de ducharme y me siento extrañamente relajado, por un momento me pregunto si ha sido a causa de lo que paso en la ducha.

Se cómo es mi padre, me va a llevar a algún lado a celebrar, así que me pongo algo bueno para salir, pero no alarmante solo casual.

Él no suele pasar mucho tiempo en casa, debido a su trabajo, así que su forma de recompensarnos es llevandonos a festejar literalmente todo.

Escojo ir con un pantalón color negro, una camiseta azul, una gorra negra al igual que unos lentes y unos botines negros.

Algo de desodorante, perfume, y brillo en los labios, bajo al salón de entrada.

Están mis padres ya listos. Lo sabía, si vamos a salir.

—¡Venga Hijo!— Se acerca y me aprieta en un abrazo acogedor.

Eso me dice que he salido bien.

Suelto un suspiro, ni siquiera sabía lo preocupado que estaba por pasar los exámenes.

—Esta noche, celebraremos. Hay un restaurante nuevo aquí cerca.

Me mira al rostro con orgullo en el suyo.

—Que bueno. Porque muero de hambre.

Me acaricio el estómago dramatizando y reímos un poco.

Papá conduce unas seis o siete cuadras y cuando llegamos un chico  de ballet parking con un chaleco vino le pide las llaves.

Después noto que el establecimiento es todo vidrio negro pero se puede ver algo adentro, hay gente vestida elegante.

Y en grande justo en la frente del edificio tiene unas letras iluminadas con Luz blanca y dice «KNIGHT OF THE DARK».

Es realmente bueno.

Entonces un chico de traje color vino nos recibe.

—Buenas noches señor, lamento informarle que no puede ingresar con ese tipo de vestimenta.— Dice refiriéndose a mi.

𝙳𝚒𝚊𝚛𝚒𝚘 𝙳𝚎 𝚄𝚗 𝚂𝚞𝚖𝚒𝚜𝚘 [Editando Ortografía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora