El ruido de las espadas chocar era lo que resonaba en aquel gran lugar.
Nadie se atrevía a hablar.
Todo era un tenso silencio en aquel sitio.
Todo era una confusión total para los recién llegados, pues no todos los días además de aparecer en un aparentemente reino que no conoces, encuentras a la supuesta reina vestida como una pirata peleando por su corona contra otro pirata.
Bakugo y Kirishima no entendían nada, apenas era su segundo día en el castillo.
– es asombroso como su majestad porta tal arma con tanta gracia y finura... – un hombre rubio a su lado lo dijo mientras miraba con asombro la lucha.
– oye... ¿Por qué ella está luchando contra aquel pirata? ¿Por qué pelean por el dominio del reino? – el pelirrojo se atrevió a preguntarle a aquel sujeto, pues parecía amigable. Sin embargo, tanto el rubio como un pelinegro lo miraron extrañados.
– ¿Vienes del reino central o de donde saliste? Es una tradición anual aquí, al ser el reino de la avaricia dominan piratas y ladrones nuestras tierras, solamente el mejor ladrón puede gobernar...
– y esa es nuestra majestad. Desde hace generaciones que la familia Uraraka lucha anualmente contra cualquier pirata o ladrón que se atreva a robar o desafiar a la corona, nunca perdieron ni una pelea.
El rubio y el pelinegro al terminar de contarles sonrieron y les extendieron las manos.
– somos Denki Kaminari y Hanta Sero, guardia y mercenario reales, es un placer.
– mucho gusto, somos Eijiro Kirishima y Katsuki Bakugo, nuevos concubinos reales, el placer es nuestro. Muchísimas gracias por contarnos la historia, aún seguimos medios perdidos – el pelirrojo también sonrió y les estrechó las manos a los hombres, el ceniza solo asintió en reconocimiento y siguió mirando la pelea.
– vaya... No imaginé que fueran así, sinceramente pensé que serían guardias o algo así – el pelinegro pareció avergonzado por unos momentos -aunque no la culpo a la reina por quererlos cómo concubinos – rápidamente Sero les guiño el ojo antes de volver hacia la pelea.
Riendo Kaminari también volvió su atención a la pelea, haciendo que Kirishima también lo hiciera.
Aunque lo viera un montón de veces aún no lo creía, no la subestimaba pero sentía que la reina corría un riesgo muy grande al estar en medio del salón de trono peleando con aquel tipo.
Kaminari noto su preocupación y le dió un pequeño empujón.
– que no te engañe la apariencia, peleó con tipos más grandes y feroces, además desde que nació los antiguos reyes la vivieron entrenando con toda clase de armas para que hasta sea mejor que ellos – el pelirrojo asintió sin responder.
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Los Elegidos
FanfictionBakugo y Kirishima aparecen extrañamente en un lugar desconocido para ellos. Uraraka hará todo lo posible para que se vayan lo más rápido posible de su reino. Un pasado por descubrir, secretos que revelar y misterios por encontrar. ________________...