Bakugo y Kirishima aparecen extrañamente en un lugar desconocido para ellos.
Uraraka hará todo lo posible para que se vayan lo más rápido posible de su reino.
Un pasado por descubrir, secretos que revelar y misterios por encontrar.
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Las campanas de las torres sonaban.
La música y risas inundaban el aire.
Solo faltan pocas horas para la oficial unión de Onae Uraraka Monoma con una joven dama de otras tierras lejanas.
Ochako se apoyo sobre la pared detrás del novio, quien la vio por medio del espejo y le sonrió.
-Lograste venir...
La castaña sonrió con fuerza.
-No me lo perdería, al fin te comprometes...
Con suavidad caminó hasta estar al lado de su primogénito, quien se giro y le sonrió, aunque el joven era mucho más alto que ella, nunca dejo de ser un pequeño a los ojos de su madre. Con cuidado colocó una de sus manos en el rostro ajeno.
-Me hiciste tan feliz mi niño...
La helada sensación contra su rostro fue lo único que sintió, nostalgia y tristeza inundo a ambos.
-¿Te quedaras a la fiesta? Vendrán mi padre y su nueva familia.
La castaña frunció el ceño.
-Habla bien de tu madrastra, son tu familia también.
-Traiciono el trono.
-No traicionó nada... tu padre y yo nunca nos logramos entender mutuamente, ambos nos dejamos el paso libre a nuevas oportunidades.
El castaña joven bajo la mirada y apretó sus puños.
-Sí ellos hubieran estado, ¿habrían estado juntos? ¿Te hubieras casado con ellos?
Ochako sonrió suave.
-Katsuki y Eijiro siempre se amaron mutuamente, yo fui la unión para que su amor pudiera crecer y tener una sucesión.
