Capítulo tres

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- Inteligente respuesta sultana y respondiendo a su pregunta, creí que no era necesario que ella lo supiera ¿cuál fue tú razón?

- La misma además, todavía es un asunto delicado y creo que debemos mantenerlo en privado mientras no haya una decisión clara al respecto para que el honor o dignidad de nadie salga perjudicada. 

- Si tu lo quieres así entonces lo respetaré - me dice con una sonrisa.

Caminamos en un corto silencio unos metro más y cuando llegamos a la entrada de mis aposentos Mehmed me habla:

- Antes de que entres a tus aposentos debo preguntarte algo.

- Dígame su alteza - le respondo.

- En realidad son dos cosas - lo miro haciendo una señal para que siga hablando. - ¿Puedo tratarla por su nombre?

- Claro que sí, con la condición que yo también pueda llamarle por su nombre príncipe - el asiente ante mi condición. - ¿Cuál es la segunda?

- La segunda pregunta es si ya está más clara con su decisión después de la cena que compartimos esta noche - dice con una mirada avergonzada. 

- No lo había pensado en toda la noche su alteza - me da una mirada insistente es ahí cuando me di cuenta que no lo había llamado por su nombre. - Disculpa, no lo había pensado sobre eso en toda la noche Mehmed. Si mañana sigues teniendo curiosidad te diré mi respuesta. 

Le sonrío de forma divertida para hacer después una reverencia y cuando levanto nuevamente i cabeza veo la incredulidad en sus ojos. Dejándolo inmóvil entro a mis aposentos seguida de Ayse. 

No puedo creer que me haya dejado con la duda. Adalet es una mujer hermosa y aunque mi padre no me haya dado la idea de comprometerme con ella antes de conocerla, en el momento de solamente verla tuve ganas de hacerla mi esposa. Es maravillosa en todos los aspectos. Esta noche me sorprendió toda su inteligencia y su gran personalidad. 

En el camino a mis aposentos me encuentro con la señorita Afife y me avisa que mi madre requiere mi presencia. Le agradezco y camino a los aposentos de la sultana Hurrem. Cuando llego les digo a las criadas que mi madre me mandó a llamar y una de ellas entra a avisarle. La criada vuelve y me dice que ya puedo entrar.

- Mehmed, mi querido hijo - dice mi madre acercándose. Le doy un beso en la mano y me alejo. - ¿Cómo te fue en la cena de hoy con tus hermanos y la sultana Adalet? 

- ¿Cómo sabes de la cena de esta noche? 

- Hijo mío, yo sé todo lo que pasa en este palacio. Vamos, dime ¿cómo te fue? ¿pudiste conocer mejor a la sultana? 

- La conocimos mejor sultana, es una mujer sorprendente en todos los sentidos. Nos contó mucho sobre ella y de su vida en Egipto. 

- Eso me parece muy bien. Ahora dime, ¿has visto si tiene una decisión tomada con respecto al matrimonio?

- Se lo pregunté directamente sultana, pero no me dio una respuesta clara - le digo y cuando veo ese destello especial en sus ojos agrego. - Madre, espero que esto de casarme con la sultana Adalet no sea un movimiento político tuyo. No quiero que me metas en esto y a ella tampoco. Si acepté este trato es solo por mi padre y ahora también por ella porque me interesa madre.

- Y eso no lo pongo en duda hijo. Sé que desde la viste quedaste cautivado por su belleza y que su inteligencia te dejó aún más impresionado - me dice con una sonrisa. - Hijo mío, este no es un plan mío, su majestad quiere casarte con ella porque  él cree que son los más indicados para el otro. 

- Eso espero madre. Ahora si me disculpas, iré a descansar - le hago una reverencia y salgo caminando hacia mis aposentos. 

Al día siguiente despierto más tarde de lo normal. Me dormí más de lo normal tarde por la cena, pero también fue porque me quedé pensado en mi respuesta para Mehmed, después de haber ido a la cama.

Sultana AdaletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora