FURIA ARDIENTE AL CIELO

Capítulo 167: ¡No humilles a este viejo!

Qian Wanguan le pidió a alguien que solicitara la participación en la Guerra del Reino. La lista de registro de la universidad se había presentado durante mucho tiempo. Esa lista probablemente estaba a punto de llegar a Stellarsky City.

¿Registrando ahora?

Si fuera cualquier otro, el mentor le habría dado unas cuantas bofetadas apretadas; pero el nombre de Jiang Yi tenía una especie de poder mágico. El mentor no dijo nada e inmediatamente fue a informar. El vicerrector supervisor del colegio no se atrevió a tomar ninguna decisión y personalmente fue a pedir instrucciones al Rector.

Con un gesto de la mano de Zhuge Qingyun, ¡había sido aprobado!

Uno de los subdirectores personalmente vino a buscar a Jiang Yi y le preguntó si necesitaría algún guardia durante el viaje. Si lo requiriera, el subdirector podría acompañarlo personalmente. Jiang Yi rechazó la oferta con tacto y cortesía, afirmando que definitivamente podría alcanzar al resto del grupo principal antes de que llegaran a la capital real.

Después de que todo salió bien por parte de la universidad, Jiang Yi estaba completamente tranquilo. Qian Wanguan comenzó a preparar información sobre la Guerra del Reino y algunas necesidades diarias; incluso le pidió a alguien que preparara especialmente diez ballestas exterminadoras de Dios.

Jiang Yi no partió de inmediato; en cambio, fue al Salón del Monumento Divino. Quería probar y realizar el Intento de Masacre para ver si era capaz de realizar la tercera etapa del Intento de Masacre.

Después de tratar de darse cuenta durante dos horas, ni siquiera pudo hacer contacto con la restricción en el Monumento Divino. Jiang Yi no tuvo más remedio que irse. Cuando salió del Salón del Monumento Divino, fue directamente al Pabellón de la Biblioteca y eligió tres habilidades marciales de grado superior de nivel terrestre, que estaban dentro de los límites de sus privilegios. Lo estudió todo el camino hasta la medianoche, antes de regresar a su alojamiento.

Qian Wanguan ya había preparado todo de manera integral. Jiang Yi no sabía si reír o llorar, ya que Qian Wanguan incluso preparó muchas delicias como vino, frutas secas y carne que podrían almacenarse durante algún tiempo. Jiang Yi no rechazó su buena intención y almacenó todo en la Perla del Espíritu del Fuego. Había un gran espacio dentro de Fire Spirit Pearl que podía almacenar incluso más de 10,000 pliegues de las cosas aquí.

Arco exterminador de dioses. ¡Buena cosa!

Recogiendo los diez juegos de God Exterminating Bow y contando los varios cientos de flechas de ballesta, Jiang Yi frunció los labios y no dijo nada. Volvió a su habitación para dormir bien. Después de esta noche, es posible que no tenga la oportunidad de dormir bien.

Al día siguiente, antes de que saliera el sol, Jiang Yi se levantó temprano y tuvo una comida suntuosa con Qian Wanguan. Luego se quedó en la habitación de Jiang Xiaonu durante 30 minutos. Dio unas palmaditas en el hombro de Qian Wanguan y sonrió antes de agitar la mano y salir lentamente.

Qian Wanguan no dijo nada y tampoco despidió a Jiang Yi. Él solo sonrió y agitó su mano; su par de ojos diminutos ya se habían entrecerrado en una fina costura. Después de que Jiang Yi salió del patio, cuando su espalda ya no era visible, Qian Wanguan se secó en silencio las lágrimas que brotaban del borde de sus ojos.

¡Los hombres no llorarán tan fácilmente!

Como joven maestro de un gran clan, naturalmente no era un individuo emocional al que le gustara sentirse melancólico o malhumorado. Pero en este momento, Qian Wanguan no pudo contener sus emociones.