Capítulo 12

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Quinta semana de embarazo, en estos momentos lo único que deseaba la pelirroja era morirse ahí mismo, las náuseas que sentía en ese momento eran tales que ni siquiera se podía levantar.

- Señorita. – una sirvienta entro a la habitación de la pelirroja después de tocar la puerta. – aquí está el té que me pidió. – era cierto, el Té, había olvidado que lo había pedido.

Sin ganas, señalo a una mesita de noche la cual se encontraba a la par de su cama, la mujer entendió, dejando la taza sobre esta, para después hacer una reverencia y retirarse de la habitación. La pelirroja miro la taza, y como pudo se arrastró sobre su enorme cama para llegar a la taza.

"¿desde cuándo esta cama es tan grande?"

Pensó fastidiada, al poder llagar a su destino (al otro lado de la cama) como pudo se sentó y tomo la taza, la cual contenía el sabroso Té de Limón que a ella tanto le gustaba. A sus fosas nasales llego el aroma del limón, relajándola de forma casi inmediata, soplo un poco y comenzó a beber del contenido.

Respiro hondo después de dar su primer sorbo, comenzó a reflexionar sobre lo que había pasado esa última semana, después de haber hecho aquel trato con el dios de los mares, tenía que admitir que no había sido una semana tan mala, las discusiones con el rubio habían cesado, lo que le hacía estar más tranquila, es cierto, no se dirigían más de dos palabras, pero por lo menos podían estar en un mismo lugar al mismo tiempo sin pelearse, era un gran avance.

Su puerta se abrió de golpe, sacándola de sus pensamientos, pudo ver a su hermano en la puerta tenía una mirada seria, pero al mismo tiempo resultaba ser graciosa, Sigrid miro sin poder entender a su hermano.

- Le robaron nuevamente el martillo a Thor. – dijo antes que la contaría pudiera siquiera preguntar. – vamos. – ordeno.

- ¿quieres que yo vaya? – pregunto incrédula. – estoy en cama, tengo unas náuseas del demonio y siento el vómito en mi garganta, y, aun así, ¿quieres que vaya? –

- No exageres Sigrid. –

- Tú sabes perfectamente lo que se siente...Loki. – reclamo con voz burlona y mirada oscura. Loki se estremeció al recordar eso y miro amenazante a su hermana.

- Cállate. – ordeno – necesitamos al equipo de estafadores completo.

- El equipo de estafadores son tu y Thor, por si no recuerdas, la última vez solo fueron ustedes dos. Si te soy honesta, no sé cómo esos gigantes cayeron en su trampa, si en ese entonces Thor tenía barba. – Loki solo se encogió de hombros restándole importancia.

- eso es lo de menos ahora, esta vez nos tienes que acompañar – antes de que Sigrid pudiera responder alguien se le adelanto.

- ¿Qué haces aquí? – los dos Nórdicos miraron al recién llegado.

- Solo me llevare a Sigrid por unas horas. – anuncio – algo personal. –

Poseidón le dedico una pequeña mirada a su esposa, la cual seguía mirando a su hermano, sin decir nada más solo se retiró de ahí.

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En estos momentos, la pelirroja se encontraba con sus hermanos de camino al palacio del gigante que le había robado el martillo a Thor.

- ¿estas bien? – pregunto el menor mirando a su hermana.

- ¿Me miras bien? – pregunto con hastió la mayor, mirándolo con una cara de odio, Thor decido callar, no quería enojar a su hermana, no más de lo que ya estaba.

Una Historia No ContadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora