Capítulo 21

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Cuatro meses habían pasado desde el nacimiento del pequeño Njörðr, ahora, este se encontraba con sus padres en una playa, el pequeño, en los brazos de su madre la cual estaba en la Oria dejando que las tranquilas olas mojaran sus pies, Poseidón junto a ella tomándola de la cintura y el más pequeño, intentando tocar el agua.

Al rubio al darse cuenta de lo que trataba de hacer su hijo, se lo pidió a su esposa la cual lo puso en sus brazos con cuidado, este al tenerlo, lo acerco al agua, permitiendo que sus piecitos fueran mojados, Njörðr empezó a reír al tener contacto con el agua y empezó a estirar sus pequeñas manitas para poder jugar con ella, hubo un punto en donde el agua salpico, mojando sus rubios cabellos, el pequeño solo se limitó a reír más y a seguir jugando con el agua.

Sigrid y Poseidón se vieron entre sí y sonrieron para seguir viendo como su pequeño hijo jugaba con el agua.



Esa misma noche, la pareja de dioses dormía abrazados, cuando escucharon algo caerse en la habitación de su hijo, se levantaron de golpe y se vieron entre ellos asustados.

- ¡Njörðr! – exclamaron para ir de inmediato a la habitación de su hijo.

Al llegar, los dos sintieron como su corazón se detenía, Sigrid callo al selo horrorizada. 

la cuna estaba tirada, y Njörðr no estaba ahí, la pelirroja comenzó a gatear hasta la cuna, llorando, Poseidón empuño sus manos con fuerza hasta poner en blanco sus nudillos, no se necesitaba escucharlo gritar para saber lo enojado que estaba, el mar que se movía tan violentamente lo decía todo.

Los dioses no tardaron en enterarse de la situación y todos fueron mandados a buscar al príncipe del mar, pero...por más horas que pasaban, no habían dado con él.

- Siguen buscando, pero no lo han encontrado. – comento Thor al rubio.

- No nos detendremos hasta dar con él, da por seguro eso hermano. – aseguro Zeus.

- ¿Cómo esta? – se atrevió a preguntar Hades.

- ¿tu como crees? – fue lo único que respondió el menor, que en esos momentos se encontraba demasiado alterado y preocupado.

Sigrid se encontraba en una esquina de la habitación de su hijo abrazando con fuerza la manta de su pequeño mientras lloraba, habían pasado horas desde su desaparición y todavía no lo habían encontrado, eso solo la aterraba más.

Sus lágrimas se vieron detenidas cuando una pequeña luz violeta dio contra su ojo, lo cerro por la molestia y cuando le dejo de doler miro en aquella dirección, con la intención de investigar, levito y se acercó a aquello, era un pequeño cristal violeta, lo tomo y lo examinó, frunció el ceño al saber de dónde había venia.
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Hades fue a ver a su amiga, después de mucho rato de suplicarle a su hermano, al fin le permitió ir a verla, toco la puerta y entro al mismo tiempo llamando a su amiga, miro a todos lados, pero al no encontrarla se asustó, de casualidad, dirigió su mirada a una pequeña mesita y ahí pudo ver el cristal, lo agarro y sin demora fue a advertir a los demás de la ausencia de la Nórdica.

- Sigrid no está. – dijo Hades al llegar con su hermano el cual lo miro alterado.

- ¿¡Que!? – exclamo el menor.

- Solo encontré esto. – mostro el cristal, Loki al reconocerlo se lo quito. – oye... –

- Se donde esta. – le mostro el Cristal a su hermano, el cual lo miro con notable miedo en su expresión.

- esto no es bueno. - se limito a decir Thor.

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Una Historia No ContadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora