Nace un Sentimiento

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En la hacienda de los Reyes….
Franco bajo por un vaso de agua a la cocina, recién se había despertado de un sueño que lo dejó sudando pero no precisamente del miedo sino de lo excitado que estaba, se quedó un momento en la cocina pensando en aquel sueño,parecía tan real, era como si ella se hubiera apoderado de todos sus sentidos no va a negar que ya van varias semanas en las que no puede sacarla de sus pensamientos, pero es la primera vez que tiene un sueño así de caliente y atrevido.
Pero lo que no le sorprendió fue la protagonista de su sueño, Sara Elizondo.

Sueño de Franco

Franco estaba dormido en su habitación, cuando de repente siente un ruido y se levanta sobresaltado de su cama, y prende la luz
Y la ve ahí estaba ella parada, no cabe duda que esa camisa blanca y el pantalón ajustado le sientan de las mil maravillas, que hace aquí en su cuarto y a estas horas
Por puro instinto Franco se levanta de dónde estaba y da unos pasos hacia ella, ninguno dice nada se quedan ahí paralizados por unos minutos, hasta que él decide romper el silencio

Franco: Sarita…? ¿Qué hace aquí?.... ¿Cómo entro?

Sara: emmm yo….se sentía un poco nerviosa
Yo no pude evitarlo necesitaba verlo

Franco trató de reprimir una carcajada, cómo era posible que esa mujer que lo trataba de las patadas ahora resulta que necesita de él o más de su presencia y cómo era de esperarse Franco no dudó en molestarla

Franco: De que demonios habla usted se volvió loca o qué
Acaso no recuerda que hace tan solo unas horas me echo a patadas de los predios

Sara: sí claro que lo recuerdo gran imbécil, no cabe duda que sigue siendo el mismo patán de siempre

Sara en ese momento se arrepintió con toda su alma de haber ido a buscarlo, y pensó que se veía como una estúpida encima le había dicho que necesitaba verlo mil veces estúpida

Sara: no debí haber venido, usted a parte de imbecil es un majadero, pero le juro Franco Reyes que se va a arrepentir

Franco no sabía qué es lo que estaba sintiendo, pero le encantaba hacerla enojar eso la hacía más sexi.
Sara se dio medio vuelta y estaba apunto de salir de la habitación, pero en ese momento Franco reaccionó y la agarró del brazo haciendo que está se diera vuelta, no tenía idea porque lo estaba haciendo, pero lo que sí tenía claro era que no permitiría que Sara saliera de su cuarto

Franco: ¿a dónde va tan rápido?... Franco podía oler el rico aroma que emanaba el cuerpo de Sara

Sara: suelteme…. ¿Qué le pasa? Mientras ella intentaba zafarse del agarre de él, Franco aprovechó y puso su mano en la cintura haciendo aún más fuerte su agarre

Franco: porque no me dice mejor lo que vino a buscar

Sara: Eso ya no importa. Suélteme…. Sara no pudo evitar mirar esos hermosos labios no podía creer que lo tenía tan cerca

Franco: claro que importa, no me va a decir que salió a dar un paseo a estas horas de la noche y de casualidad terminó en mí habitación o sí

Sara: no, no es casualidad yo vine a buscarlo. Si ya está feliz con mí respuesta ahora suéltame

Franco no pudo evitar acercarse un poco más a la castaña para ser precisos a su cuello y dejar ahí un suave beso
Sarita al sentir esto soltó un suspiro profundo

Franco: y para qué quería verme?... La voz de Franco sonaba distinta era como si estuviera empezando a jugar un juego y Sarita no sabía si se arriesgaría a jugarlo

Sara: que es lo que pretende señor Reyes…. Intento de que su voz sonará firme, pero
fue en vano, sin darse cuenta ya estaba dentro del juego de Franco

Franco: ¿yo? Nada, es usted la que vino a buscar lo que no se le ha perdido  Señora Sara Elizondo

Al terminar de decir esto Franco la miro a los ojos, las peleas y todos los problemas que había tenido con Sarita desaparecieron, en ese momento solo existían ella y él.
No estaba seguro de lo que estaba por hacer, pero en ese preciso instante en qué vio como la castaña se mordía el labio inferior y a la vez lo miraba no dudó más y la beso
La beso como nunca antes había besado, con desesperación, con ganas, con anhelo, con pasión un cúmulo de emociones se hicieron presentes en ambos. Pero lo que más le sorprendió al rubio fue que ese beso estaba siendo correspondido con las mismas ganas.
Sara colocó sus manos alrededor del cuello de Franco para acercarlo más hacia ella y poder profundizar más aquel beso.
Los minutos pasaban y el beso empezó a tornarse un poco más subido de tono
Franco delicadamente empezó a caminar hacia la cama sin dejar de besar a la castaña, Sara simplemente se dejó llevar por el momento y cuando menos se dio cuenta estaba acostada en la cama del rubio y este encima de ella, se seguían besando desesperadamente, Franco abandonó los labios de Sara para empezar a repartir besos por otras partes, succiono, mordió y chupó el cuello de Sarita como si su vida dependiera de ello no podía detenerse, los gemidos que empezó a soltar Sara no lo dejaban pensar con claridad así que continúo, empezó a quitarle la ropa a desabrochar la camisa de la castaña, mientras que está lo ayudaba sacándole la bata de dormir que él traía puesta y así fue como poco a poco se fueron quedando desnudos.
Sara ya no escuchaba la voz de la razón, si no la voz de la lujuria, de la pasión que le gritaban que le pidiera más a Franco que no se detenga que continúe.

Sara: Franco…. Por Favor no te detengas

Franco: tranquila que no pienso hacerlo

Entre besos y caricias Franco fue entrando en ella muy despacio, se sentía tan bien, y empezó a moverse dentro de ella, mientras Sarita le pedía que lo hiciera más rápido

Sara: más rápido… por favor no te detengas.. Franco…. más

Franco aumento más sus embestidas, perdió la noción del tiempo, se había olvidado hasta de que sus hermanos podían oírlo no le importaba nada solamente darle placer a Sara, sentía que ya estaba por terminar al igual que ella y entonces aumentó más la velocidad entraba y salía en un vaivén de mucha pasión

Franco: Sara…. mmmm…. Sarita mírame

Sara abrió los ojos lentamente pero se le hacía imposible sentía que estaba a punto de llegar, cuando de repente logro mirarlo
Una última embestida y ambos llegaron al clímax, para callar sus gemidos Franco la beso con pasión.
Franco estaba apuntó de decirle algo a Sara cuando se despertó.

Fin del sueño de Franco

Solo fue un sueño, un simple sueño, pero que lo había dejado no solo pensando si no también con ganas y ahora se encontraba solo en la cocina de su hacienda
Preguntándose por qué había soñado algo y porque con ella, si antes Sarita invadió sus pensamientos ahora aún más, porque en ese preciso instante se dio cuenta que la deseaba, pero no solo eso si no que Sarita le gustaba de algún modo su carácter y temperamento le atraía.
Franco terminó su vaso de agua y se dirigió nuevamente a su cuarto, pero no pudo conciliar el sueño en cambio se quedó toda la noche pensando en si a la mañana siguiente Dios se apiadaba de él y podía encontrarse con la castaña aunque sea tan solo para mirarla a lo lejos.

Franco no se estaba dando cuenta que sin haber querido estaba empezando a sentir cosas por Sarita.
Pero estos sentimientos eran diferentes, eran puros, eran reales, no había punto de comparación con los sentimientos que alguna vez llegó a sentir hacia Rosario Montes.
Franco se estaba volviendo a enamorar y de la mujer que menos se lo podía imaginar.

Sueños que se vuelven RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora