Amenazas o Advertencias

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Esa tarde que se vio con Franco, Sarita no se percato de que Fernando la estaba siguiendo, se las ingenio para que no lo vieran, estaba a una distancia en la que podía ver que la castaña estaba acompañada, pero no distinguía muy bien el rostro de la persona, los siguió hasta el lago, decidió dejar el caballo un poco atrás y acercarse caminando, a toda costa quería saber quién era ese hombre. Se escondió detrás de un árbol, y desde ahí pudo observar como se estaban besando, comprobó que Sarita si estaba saliendo con alguien, ahora quería saber de quién se trataba, no podía verle el rostro porque este estaba de espaldas, pero cuando se separaron del beso lo vio, no lo podía creer, más que asombrarse, Fernando se enfureció, el odio que desprendía su mirada era de una persona completamente loca.

Ya había visto suficiente, asi  que decidió volver a la hacienda, después enfrentaría a Sarita, lo que había visto le convenía mucho e iba a usarlo a su favor cuando se le diera la oportunidad.

Sara regreso a la hacienda, estaba feliz porfin había pasado tiempo con Franco, disfruto de la compañía del rubio, estaba dejando el caballo en las pecebreras, se despidió de los vaqueros, iba directo hacia adentro de la casa, cuando antes de que terminara de salir de las caballerizas se topó con Fernando, ella no le dio importancia, últimamente lo ignoraba para evitarse más enfrentamientos con su madre. Pero al parecer, tenía ganas de pelear, se puso delante de ella impidiéndole que siga su camino, Sara lo miro con cara de pocos amigos

Sara: y ahora que?

Fernando: vino el veterinario y tu no estabas

Sara: ajam si salí a dar una vuelta, pero dejé encargado de eso a Olegario

Fernando: si, me lo dijo

Sara: algo más?

Fernando: en esas vueltas que das, te estás buscando solo problemas Sarita

Sara: de que demonios hablas Fernando?

Fernando: te vi, en el lago, besándote como una cualquiera con ese infeliz de Franco Reyes, al final terminaste siendo peor que tus hermanas

Sara: te atreviste a seguirme?.... Con que derecho?...

Fernando: solo te voy a decir una cosa Sarita, ten cuidado no vayas a terminar siendo una más del montón

Sara no sabía cómo reaccionar, como pudo esquivo a Fernando, y entro adentro, mientras esté se quedaba con una sonrisa, logro su objetivo, hacerle pasar un mal rato a la castaña.

Durante toda la noche la castaña no pudo conciliar el sueño, las palabras de Fernando le habían afectado más de lo que ella imaginaba y las dudas la invadieron, haciendola sentir poca cosa, sabía que detrás de Franco había una larga fila de mujeres, más bonitas y atractivas que ella, pero también en su mente aparecieron los recuerdos de aquellos besos, y la mirada de esos ojos azules, se podía perder en ellos, en esos momentos al lado de el rubio ella se sentía importante, con tan solo una mirada le demostraba que no tenía ojos para nadie más, pero las inseguridades de Sarita a veces le hacían una mala jugada como esta noche.

Esa noche Fernando no perdió el tiempo, para idear una jugada maliciosa, él no haría nada, pero se encargaría de que Sara desconfíe de Franco, y para eso recurrió al Bar Alcalá para contarle lo que estaba sucediendo a Rosario Montes, esta no lo podía creer, lo tomo como un mal chiste de Fernando, pero este le dijo que si no le creía que lo averigüe por ella misma. Sabía que Rosario iba a comprobar todo lo que le había contado y cuando eso suceda Sara pensará que Franco todavía tiene sus enriedos con la cantante del bar.

Sueños que se vuelven RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora