Volver a verse

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Sara y Franco en los últimos días no habían conseguido verse, por unos problemas de organización la feria de caballos se había postergado unas semanas más, eso les dio a ambas  haciendas la oportunidad de poder perfeccionar el entrenamiento de los caballos, pero también se volvió un obstáculo para la castaña, por más que intentara hacer un esfuerzo para poder tener tiempo e ir a ver a Franco simplemente no se podía, todo por culpa de Fernando, no ha hecho otra cosa más que fastidiarle el trabajo a Sara, se empecino en cambiar a los entrenadores de los caballos faltando tan solo una semana para la feria, y eso ponía a la castaña con los nervios de punta, hace unos días  habían tenido un altercado, y ahora vino Olegario y le dijo a Sarita que nuevamente habían problemas  Fernando no dejaba que uno de los vaqueros haga su trabajo, ya que en las pecebreras no los dejaba en paz, la castaña mando a los vaqueros hasta los predios para que allí tranquilamente puedan cumplir con sus obligaciones, pero como era de esperarse Fernando fue a echarles bronca, sin esperar un segundo más, Sara se dirigió hacia los predios para ver ahora cuál era el problema de Don Fernandito.

Sara: se puede saber que demonios sucede?

Fernando: lo que pasa es que le dije a este bruto  que esta despedido y que se largué inmediatamente de aquí, pero al parecer no me escucho

Sara: yo no autorice el despido de nadie, es por eso que está trabajando

Fernando: pero Gabriela ya lo hizo, así que ya no tiene nada que hacer aquí

Sara: no te cansas de fastidiar el trabajo de los demás verdad?

Fernando: estoy cansado de que tu y Olegario traten siempre de pisotearme

Sara: pues en las mismas condiciones estoy yo contigo, y así cuentes con el apoyo de mí mamá no voy a permitir que hagas lo que se te dé la gana

Fernando: a si pues no solo voy a despedirlo a él si no también al bruto de Olegario porque se lo está buscando

Sara: primero despideme a mí, vamos anda, atrévete, despideme a mí Fernando

Fernando: estoy harto de tus arrogancias Sarita, eres una mujer soberbia y detestable

Sara no soporto más y le dio una cachetada, no iba a permitir que un imbecil como Fernando la insulte, pero este no se quedó quieto, y agarró a Sarita por los hombros.

Fernando: no vuelvas a hacer eso nunca más Sarita, me escuchaste, a mí me respetas, me respetas

Seguido a esto lanzó a Sara al suelo, los vaqueros estaban tratando de ayudarla, Fernando se volvió completamente loco.

En ese momento venían llegando Juan y Franco a los predios, podían notar que había problemas ya que los vaqueros estaban muy alterados, se bajaron de los caballos, mientras más se acercaban más se podía escuchar lo que estaba sucediendo.

Juan: al parecer la discusión es entre Sarita y el imbecil de Escandón

Franco: si eso parece

Franco estaba atento a lo que sucedía al otro lado del cercado, cuando de repente ve que Fernando empuja a Sara, le hirvio la sangre, cómo se atreve ese malnacido a ponerle una mano encima, salto el cercado y le dio su merecido a ese imbecil.

Franco: rata asquerosa

Sara: Franco porfavor, no intervengas en este asunto

Franco: no voy a permitir que te falte el respeto, y mucho menos delante de mis narices

Sara no pudo evitar que se peleen, Franco le dio lo que se merecía a ese malnacido, no iba a permitir que nadie la maltrate mucho menos la insulte, en ese momento las sospechas de Juan se confirmaron, el mayor de los hermanos Reyes reaccionó y ayudo al rubio, pero Franco decidió parar no quería meter a su hermano ni a Sarita en más problemas.

Sueños que se vuelven RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora