El Plan Perfecto

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Gabriela decidió aliarse a Dinora  Rosales y Rosario Montes. En el último tiempo Dinora se había obsesionado con Juan Reyes, era la aliada perfecta para poder separar a Norma de Juan.
Por otro lado por algunas averiguaciones que había hecho por medio de Fernando se había enterado sobre la relación que existió entre Rosario y Franco, así que en tan solo unos días se puso en contacto con ambas mujeres, tenía que ser cuidadosa, quería hablar con ellas, pero sus hijas no podían enterarse de esto. Y con respecto a Jimena y Oscar, se puso en contacto con el abogado de su hija, le comunico que empezará con los trámites del divorcio, obviamente la menor de las Elizondo no estaba enterada de nada.

Delante de sus hijas parecía estar tranquila, pero detrás de esa falsa "tranquilidad" había tramado todo un plan para acabar con las relaciones que existían entre sus hijas y los Reyes.
Las Elizondo estaban intranquilas ante tanta paz, eso hacia que las tres estén en constante alerta, aunque  delante de su madre sabían disimularlo muy bien.

El plan de Gabriela, ya estaba tomando forma, aprovecho que sus hijas habían salido hacia la hacienda de los Reyes, ya era algo habitual que esas visitas y repentinas salidas ocurran, pero esta vez ella lo iba a aprovechar para poder encontrarse con Dinora y Rosario, tenían que ponerse de acuerdo como iban a actuar, obviamente Gabriela había pensado en todo, y si el plan llegará a fracasar ella tenía que salir completamente limpia del asunto, era por eso que ella solo se encargaría de organizar todo, pero las que iban a tomar cartas sobre el asunto solo iban a ser las dos mujeres, que en estos momentos se encontraban sentadas enfrente de Gabriela.

Dinora: bueno, ya pensaste en algo?...
Cómo vamos a separar a tus adoradas hijitas de los Reyes, Gabriela

Gabriela: creo que por lo que hay que empezar es que ustedes comiencen a acercarse más a esos hombres

Rosario: eso va a estar complicado, al menos en mi caso Franco ya me dejó claro que no quiere verme nunca más en su vida

Dinora: ni hablar de Juan, con lo último que sucedió en mi casa, eso solo provocó que no solo se alejara, si no que ya ni siquiera me recibe cuando voy a buscarlo

Gabriela: pues ese ya es el problema de ustedes, encuentren la manera de hacerlo, cuánto antes mejor

Dinora: y tú? Acaso no piensas hacer nada?

Gabriela: cuando ustedes empiecen a actuar, yo me encargaré de que mis hijas caigan en el momento justo en esa hacienda para que comprueben con sus propios ojos quienes son los Reyes realmente... Acaso no te parece suficiente mi parte?...

Rosario: en eso tiene razón, es mejor que ella se encargue de sus hijas así va a ser mucho más facil, separarlos

Gabriela: bueno ya todo está dicho entonces....
Mañana mismo comienza nuestro plan

Sabía a la hora exacta que sus hijas regresarían, así que antes de que fuera la hora, se apresuró en prácticamente a echar a las mujeres con las que se había reunido, el único que no estaba ajeno a tan extrañas visitas fue Don Martín, el estaba arriba así que Gabriela pensó que no habría ningún problema, pero se equivocó, pues su papá había salido por el balcón y desde allí pudo ver cómo Dinora y Rosario se subían a sus respectivos carros y se marchaban, el viejo picaron fue muy astuto y antes de que su hija se diera la vuelta el ya había abandonado el balcón.
Si intuición le decía, que estás visitas traerían muchos problemas, y que las más afectadas iban a ser sus nietas, eso le preocupaba sobre manera.

A las dos horas se sintió como se estacionaba una camioneta, las hermanas estaban de vuelta después de haber pasado una tarde hermosa  junto a los Reyes, regresaron a su hacienda para poder cenar con su abuelo y madre.
De a poco cada una de las relaciones iba mejorando, Norma todavía tenía muchas dudas respecto a Juan, a Jimena le costaba confiar en Oscar lo amaba pero ¿el amor era capaz de soportar todo?, Sara estaba bien con Franco pero el solo nombre de Rosario Montes le causaba un malestar inexplicable, y a veces ese sentimiento la hacia sentir insegura. Las tres parejas trataban de estar lo más estables posibles, pero para nada se esperaban el golpe que estaba por proporcionarles Gabriela, estaban alertas ante cualquier cosa que pudiera ocurrir, pero Gabriela convivía con sus hijas y sabía de las dudas que cada una tenía, aunque una madre no le haría daño a sus propias hijas, ella no lo veía así, pensaba que todo lo que estaba haciendo era porque las amaba, Gabriela iba a usar la sinceridad de sus hijas para con ella, en su contra, les iba a clavar un puñal por la espalda, traicionando su confianza.

Sueños que se vuelven RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora