[Pt.1]Min Yoongi era un mago sangre pura, su madre era inglesa y su padre era coreano, al igual que Yoongi, la familia había vivido gran parte de su vida en corea, pero al Yoongi cumplir los ocho años la familia había decido mudarse a Inglaterra con tal de en unos años cumplir el deseo de su madre de enviarlo a la misma escuela de magia y hechicería que ella, o sea, Hogwarts.
En cuanto llegaron al Reino Unido su madre había estado fascinada con los cambios en el mundo mágico, la segunda Guerra mágica había traído grandes cambios, y su madre no podía estar más feliz al ver que varios eran hacia bien, en especial el hecho de que el ambiente de no era el mismo que en los años en que logró escapar a corea donde la guerra mágica se avecinada con rapidez y la vuelta del señor oscuro era algo casi certero.
El pequeño Yoongi de ocho años había tenido que adaptarse al igual que su padre a aquel nuevo mundo donde todo era distinto, su madre había hecho todo lo posible con tal de que se integraran rápido y bien, para el pequeño no había sido tan difícil, de a poco se había hecho vecino de algunos niños magos que ya iban a Hogwarts, y Yoongi durante vacaciones solo había logrado llenarse de grandes historias sobre aquel mágico castillo reconstruido, no podía esperar a cumplir sus once años y que su carta llegara.
También había fantaseado con su casa seleccionada en un futura ¿Iría a la misma casa de su madre? ¿O rompería dicha descendencia? Su madre era una Slytherin de pies a cabeza, no por nada ahora estaban en Inglaterra y no en corea.
Los años se hicieron eternos, había aprendido todo acerca de Hogwarts, en especial de la segunda guerra mágica y el niño que vivió, que hoy en día era un Auror recién graduado, Yoongi realmente había formado una pequeña obsesión por aquel trío de oro y cuando a sus nueve años se había topado con aquel héroe mágico solo pudo quedarse congelado en su lugar sin poder pronunciar palabra y ver cómo aquel joven se alejaba sonriendo a quien le saludara.
Los años pasaron y aquella tan anhelada carta finalmente cruzaba su ventana en el pico de aquel búho, ni siquiera en su cumpleaños Yoongi había saltado de tanta alegría.
—¡Mi pequeño irá a Hogwarts!—Gritaba alegre su madre abrazándolo con aquel característico cariño que solo le tenia a él.— E irá a Slytherin igual que su madre.
—No deberías ilusionarte, tú haz dicho que aquel sombrero tiene su temperamento, quizás mande a Yoongi a otra casa, quizás ¿Gryffindor? —Atacó su padre con burla, su madre no era que odiará al resto de casas, pero siempre había estado orgullosa de Slytherin y aquella eterna rivalidad entre serpientes y leones siempre estaría ahí en su corazón.
—Mi pequeño no tiene las cualidades de un leon pulgoso, mi pequeño es una serpiente igual que su familia.—Dijo con una sonrisa.—Pero... si mi pequeño queda en ravenclaw o incluso hufflepuf estaré igual de orgullosa.
Bien, ahora sentía algo de presión respecto de su ceremonia de selección.
[🧙♂️]
Slytherin, el sombrero seleccionador había escogido slytherin, realmente no había entablado alguna conversación extensa con aquel sombrero.
—Mm... que tenemos aquí... vaya vaya, si ¡si! —Yoongi pudo sentir sus manos temblar en ese momento.—¡Slytherin!
Ahora estaba sentado en aquel gran comedor lleno de estudiantes, todos hablaban alegres y compartían sobre sus vidas, pero Yoongi estaba perdido en su cabeza.
Y es que no había podido sacar de su cabeza a aquel chico parlanchín que había conocido en los botes.
Jeon Jungkook, aquel era su nombre, el chico no había parado de hablarle sobre su sorpresa al recibir aquella carta cuando todo su familia era Muggle, y sobre su vida Muggle, realmente había congeniado con aquel chico de cabellos rizos negros, ambos tenían parientes coreanos y hablaban el idioma, aunque Yoongi era de Daegu y JungKook de Busan, ambos habían podido compartir su experiencia entre el país europeo y el asiático.
Ambos se habían separado en la fila para el sombrero, y entre tanta gente realmente le había perdido rastro, lo última vez que lo vio fue durante su selección, el que había termino en Gryffindor, tras un rápido choque de miradas con sonrisas el chico se había sentado en la mesa de los leones y empezado a entablar conversaciones con todos los que podía.
Sus ojos no habían vuelto a Yoongi.
Y el pequeño corazón de Yoongi había dolido ligeramente._______________________________
Ojalá les guste, no me convence mucho porque realmente soy nueva en el mundo de Harry Potter y hasta el momento me encanta y quise probar algo nuevo aquí.
Chinmokushi.