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Miro aquella pieza de plata con decoraciones rojas y doradas que adornaban su muñeca, toco con delicadeza cada figura representativa de gryffindor, recordó la sonrisa del chico en cuanto regresaron de sus vacaciones de invierno, a penas había abordado el tren cuando el leon lo había levantado en un abrazo dando vueltas en completa felicidad, recordó el mareo y la confusión que sintió hasta que Jungkook lo bajo y mostró su muñeca con aquella pulsera verde, en su cabeza solo podía recordar a ese chico sonriendo de oreja a oreja con el cabello negro alborotado y sus ojos achinados debido a su propia sonrisa, felicidad.
Su estómago se revolvió.
Había hablado con Allison respecto de lo que había descubierto en aquella clase de posiciones, Amortentia, claro en sexto año debían enseñarles ese tipo de pociones, no le sorprendía, menos siendo una poción tan común, poción de amor, al olerla se suponía podías percibir aquello que más amabas o más te atraía, el profesor había dejado un pequeño caldero lo suficientemente grande para que su olor se expandiera por el salón.
"Supongo ya saben lo que aprenderemos durante esta semana ¿Verdad?" Había dicho en cuanto llego.
Y todo eso lo llevaba a que, si, a Yoongi le gustaba Jungkook y aquella poción solo había sido la cachetada de confirmación.
Allison quería que se declara a Jungkook, pero Yoongi no quería, realmente no quería, sonaba estupido, el mismo había sido testigo de que la Amortentia de Jungkook era él, su perfume.
Pero de todas formas le aterraba, ¿Que pasaría con sus padres? Jungkook era un chico, y Yoongi no era estupido, el mundo era conservador, dentro de Hogwarts estaba más normalizado, pero no faltaban lo comentarios inadecuados, afuera era distinto, su familia coreana era de una sociedad conservadora, su madre, quizás odiará a Jungkook por el mero hecho de ser gryffindor, la decepción de ambos era lo que menos quería imaginarse en esos momentos.
—Quemarás la pulsera si la sigues mirando de esa forma.—Dijo Jean con burla colocándose la túnica de Slytherin, el sueño todavía se marcaba en su rostro, era temprano aún. —¿Que te tiene tan pensativo?
—Nunca...¿Nunca les molestó que...yo y jungkook seamos como seamos? —Susurro inquieto en su cama arrugando el uniforme.
El castaño suspiró y lo miro directo.
—No te mentiré, al principio a muchos les costó entender, pero créeme cuando te digo que muchos evolucionaron, no debería darte miedo amar, es bonito el amor.—Dijo el chico dentándose en su propia cama sin dejar de mirarlo y soltó una sonrisa.—Somos Slytherins ¿Desde cuando nos importa una mierda lo que digan los demás? No me digas que esa Hufflepuff por fin te a vuelto uno de esos niños cursis y llorones.
—Bien que te gusta Allison de todas formas.—Río Yoongi levantándose con pereza, el otro chico lo miro con un leve desprecio que se cambio por burla.
—Vamos gatito, hay que bajar a comer.
[🧙♂️]
Jungkook se sentó a su lado como lo hacía siempre que no había mucho Slytherin al rededor.
—¿Podemos hablar?—Simplemente soltó Yoongi serio.
—¿Estamos hablando?—Dijo con obviedad el pelinegro.
Yoongi río, se levantó de la mesa siendo seguido por el leon, ambos llegaron al salón donde el gryffindor le había invitado al baile, aún tan vacío y abandonado como en esos años, Jungkook se sentó sobre uno de los pupitres rotos.
—Mi Amortentia olía a ti, no al inicio claro, Jungkook, sé que te gusto y ahora sé que me gustas.—Suspiro.—Pero ¿Comprendes lo difícil de la situación?
Realmente había tirado a la basura todo el absurdo plan de su amiga Hufflepuff, en el que armarían una escena digna de un enamorado cursi, pero aquello era muy Hufflepuff para su gusto, solo esperaba y su amiga lo perdonara, prefería solo decirlo de frente tal como quitar una curita.
—¿Me estas rechazando? —Pregunto sin entender.
—No lo sé, no sé qué hacer.—Dijo Yoongi ocultando su rostro en sus manos, sintió los pasos del contrario llegando hasta él, entonces levantó su mirada.
Chocó con aquellas galaxias que eran capaces de convencerlo de todo, sus brazos lo envolvieron con fuerza y cariño, aquel cariño que había aprendido y adaptado a su vida en aquel año y medio.
—Lo entiendo, es difícil.—Susurro Jungkook dejando un beso en su hombro. —Podemos seguir así, de verdad, nadie tiene que saber nada, si eso te hace sentir mejor.
—Es que no me hace sentir mejor.
Y sintió unos labios sobre los suyos, sin movimiento, solo un pequeño choque con fuerza y amor, como si se esforzaran en no dejarse separar.
Y su mundo realmente se dio vuelta, la sensación, la explosión de magia que sentía en su alrededor danzando, ambas magias jugando entre ellas haciendo templar un par de cosas, era ...abrazador, se sentía tan bien y tan corrector sentir esos labios sobre los suyo demandando cercanía y amor, podía sentir los sus nervios a flor de piel, Merlin, era fantástico.
—Dios, ¡Quisiera poder gritarle al mundo que te amo! Realmente quisiera poder besarte en todos lados Yoongi, no sabes lo mucho que me gustas y lo difícil que es contenerse...—Exclamó Jungkook en cuanto se separo del pálido, ambos completamente sonrojados hasta las orejas, pero con una sonrisa brillante.
Para Jungkook aquello había sido la mayor felicidad de su vida, aún podía sentir su magia revuelta junta a la del otro chico flotando alrededor.
—Realmente no sé quién es Dios.—Respondió Yoongi aún anonadó.
Jungkook río, y volvió a besarlo.
—¿Podemos intentar al menos? ... ya sabes. —Río sonrojado apoyando su frente contra la del pálido que aún sonrojado lo miraba.
Y nuevamente no pudo evitar negarse ante aquellas galaxias que lo observaban con valentía.
Oh bendito sea el día en que su madre había decidido abandonar Corea y mudarse a Inglaterra con tal de mandarlo a Hogwarts.
Fin.
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No me convence este final.
Bueno, realmente había querido hacer algo así, unir a BTS con el Mundo Mágico, es realmente difícil encontrar cosas así, y de verdad adoro pensar en cómo sería si BTS fuera a Hogwarts.
Más complicado es hacer cuadrar las años.
No saben lo que me costó.
Ojalá les haya gustado.
Chinmokushi.
