TW: Suicidio
Aquellas palabras se introdujeron en sus oídos como brisa marina. El rostro de su padre comenzaba a revolotear a su alrededor y todo el dolor que acumuló durante los últimos diez años se iba disipando, deseó con todas sus fuerzas que las palabras de Marcela fueran ciertas, que donde sea que él estuviera se diera cuenta de que todos los sacrificios habían valido la pena. Deseaba que su padre estuviera vivo para que observara con sus propios ojos que ella también había logrado construir una empresa desde cero y en silencio juró que no le arrebatarían ese sueño. El recuerdo de su padre hizo que sus nervios se disiparan.
Cuando lo encontró muerto en el baño sintió que la vida se le iba. Quiso arrojarse al vacío y morir ese mismo día... El día que encontró a su padre muerto lo primero que hizo fue llamar a Marcela. Los recuerdos de aquella conversación ahora eran borrosos, lo único que quedó grabado en su memoria fue el rostro preocupado de Marcela acercándose a ella, después sus brazos que envolvían su cuerpo completo y por último la paciencia que tuvo con ella cuando no quería salir del baño ni dejar la esquina donde estaba de rodillas tratando de asimilar que su padre se había quitado la vida.
Sabía que la ruina de Textiles Clavel había depositado una pena irreparable en su padre, tal vez fue ahí donde empezaron sus deseos de muerte. El quiebre de la empresa los puso en problemas económicos gravísimos, toda la vida de comodidades que conoció los primeros quince años de su vida se desbarataron de golpe.
Sabía que la única razón por la que su padre aún no había sucumbido a la muerte era porque tenía que asegurarle una oportunidad de triunfo, no iba a permitir que su única hija quedara desamparada. Él no quería que sus sueños se vieran frustrados, tenía fe en su trabajo, en la pasión que mostraba por el mundo de los textiles y el diseño. Puso cada migaja de la vida que le quedaba en conseguir el dinero necesario para que Cecilia estudiara en la mejor universidad, para que se convirtiera en la diseñadora que siempre quiso ser y así aguantó lo más que pudo hasta ese fatídico día. Cecilia no estaba dispuesta a defraudar las esperanzas que su padre depositó en ella, no permitiría que su sacrificio fuera en vano. Y eso Marcela lo sabía a la perfección.
— Marcela te acompañó en todo el proceso ¿no es cierto? —la voz de Gerardo la devolvió a la realidad.
— Cuando mi papá se suicidó fue gracias a ella que no perdí la cordura. Se encargó de todo: de llamar a la ambulancia, de los gastos funerarios, de no dejarme sola. Yo no tenía ni en qué caerme muerta, además estaba completamente sola en el mundo —dejó ver una leve sonrisa—. Mi papá sentía mucho aprecio por ella ¿sabes? ¿Cómo no iba a hacerlo? Si yo no dejaba de hablarle de la tal Marcela Valencia.
El semblante de su amiga había cambiado, ahora estaba más tranquila. Él sabía lo importante que la memoria de su padre seguía siendo y se daba cuenta de que Marcela también, incluso más que él. Lo más probable era que conociera ese aspecto íntimo de Cecilia hasta la médula y por eso se atrevió a decirle aquello antes de abandonar la sala.
Aunque alguna de las dos intentara negarlo, sabía que dentro de ellas aún se albergaba el cariño que se profesaron y, mientras más tiempo permanecieran juntas, la memoria recobraría fuerza y volvería a acercarlas.
— A veces pienso que el odio que dices tenerle es una mascarita que te has inventado— dijo mientras colocaba sus codos en la mesa y reposaba la barbilla en sus manos entrelazadas.
— No digas tonterías, Gerardo. Esa mujer me traicionó y en estos casos es más que natural sentir odio.
— Oh sí, sí. El odio es un sentimiento natural, me queda claro... pero tú no eres una persona de odios. Pienso que estás dolida, nada más —dijo lo último con calma, procurando que sus palabras no la ofendieran.
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Yo soy Marcela Valencia, la nueva
FanfictionMarcela Valencia, junto con Patricia Fernández, deja Colombia después de que Beatriz Pinzón Solano quedara como la presidente legítima de Ecomoda. Ambas viajan a México con la esperanza de empezar de nuevo. Con el propósito de continuar con su vida...