"Now I can't think of there without thinking of you"
Eran las cuatro con cinco minutos, cuando Matilda despertó por el ruido de las llaves al chocar con la mesa de la cocina, seguido de un sonoro sollozo y un trueno, ella se preocupó, Matilda sabía que Amanda llegaría tarde, pero nunca así de tarde y haciendo todo un bullicio, así que decidió ir a ver qué ocurría.
Sacó suavemente el brazo de Eddie de su cintura, y él murmuró algo indescifrable, dándose la vuelta y abrazándose a él mismo, dormía como un bebé. La chica pasó por sobre él y se encaminó a la sala, donde vio algo que no esperaba, Amanda lloraba desconsoladamente sentada en el sofá de la sala. La adolescente rápidamente caminó hacia ella y se sentó a su lado, tocando su espalda.
—¿Qué sucedió Amanda?—Ella le preguntó, esperando respuestas, pero eso solo hizo que Amanda llorara aún más y despertara a Eddie, quien salió adormilado de la habitación.
—E-el, Alex...el.—La chica intentaba hablar, pero entre sollozos era casi imposible, Eddie al ver la situación, abrió sus ojos como platos, y corrió a la cocina por un vaso de agua, que llevo corriendo hasta la sala y se lo entregó a Amanda, quien trataba de regular su respiración con la ayuda de Matilda.
—Respira profundamente, luego exhala y concéntrate, luego nos explicas.—Dijo la adolescente acariciando de arriba a abajo la espalda de Amanda, está última bebió un sorbo de agua, y suspiró, escondiendo sus manos entre sus muslos.
—Alex...—Murmuró cerrando sus ojos fuertemente, como si tratase de borrar una imagen de su cabeza, o tal vez de capturarla—Me engañó con otra chica.—Ella se lanzó a llorar de nuevo, ante la sorpresa de los chicos.
Y así estuvieron una larga noche consolando a la mayor, quien no podía dejar de llorar. Amanda aquella noche salía del trabajo en la madrugada, y había decidido ir a la casa que rentaba Alexander para darle una hermosa sorpresa, pero la sorpresa se la llevó ella, al ver a Alex con otra chica. La pelinegra en verdad no podía describir cómo se sentía, era como si deseara vomitar, o romper toda la loza que había en el trailer, o de quemar la casa de Alexander, tenía mucha, pero mucha rabia.
Finalmente acabó durmiendo plácidamente sobre el cálido sofá frente a la chimenea, Eddie se sentó en el sofá individual, mientras intentaba no dormirse, y miraba atentamente a Matilda, quien abría las cortinas de la sala porque ya había amanecido.
—Si quieres vuelve a dormir, yo también iré en un rato.—Ella le dijo, sentándose en el otro sofá individual, frente a él.
—No, luego vamos a la cama juntos.—El le sonrió levemente y luego miró a Amanda.—Es todo tan increíble.—Comentó luego de un rato largo de silencio, en el que Matilda cerraba sus ojos de a poco, y sentía el sueño pesar en sus ojos.
—¿Qué es lo increíble?—Ella le preguntó, abrazando sus rodillas contra su pecho.
–Ambos hacían una muy bonita pareja, él fue un idiota.—Eddie dijo negando con la cabeza, y luego mirando a Matilda con detenimiento, se veía tan tierna.
—Alexander es una grandísima mierda.—Dijo la castaña observando con atención a su casi hermana. Sorprendiendo con sus palabras a Eddie.
—¡Rayos! Al parecer Matilda Wilder encontró a un enemigo.—El dijo sonriendo un poco, robándole una sonrisa a la chica también, quien quedó atenta a la vista de Eddie, quien no podía quitar sus ojos de su belleza.
—Gracias Eddie...por quedarte con nosotras, y no salir huyendo en cuanto Amanda entró llorando.—Ella le dijo, ahora mirando hacia el fuego de la chimenea, que le recordaba inevitablemente a la llama en su estómago que solía sentir cuando él estaba cerca.

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𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 || 𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧
Fanfiction❝ La tensión entre el metalero rebelde y su querida nueva vecina era inevitable, cuando se miraban era como si ambos levitaran y viajaran a un universo distinto y alejado de la realidad ❞. ¿Acosadores el uno del otro, o enamorados?