010-Cita

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"I want you to hit the pedal heavy metal show me you care"

—¿Matilda? ¡¿Eddie?!—Amanda preguntó en cuanto vio a ambos chicos sentados en la sala de espera de la comisaría. Los dos le sonrieron inocentemente, rápidamente la mayor se cruzó de brazos.

—¿Amanda? ¿Tu eres la tutora de Wilder?—Preguntó el sheriff Powell apareciendo por la puerta, con semblante serio y aburrido, tan característico de él, se extrañaba a Hopper indiscutiblemente.

—Así es jefe, ¿qué pasó?—Preguntó la chica.

—Se atrapó a estos dos, rayando el auto de Alexander Taylor con la palabra 'Infiel' en el parabrisas.—Matilda y Eddie se miraron y luego miraron a Amanda, quien al parecer aguantaba una carcajada.

—Jefe.—Interrumpió uno de los oficiales asomándose por el pequeño muro que dividía su escritorio con el pasillo. El señor Taylor dice que no presentará cargos.—Dijo este volviendo a sentarse, él Sheriff miró a los adolescentes fijamente.

—Es lo mínimo.—Comentó Matilda rodando los ojos, Eddie sonrió.

—Eso significa oficial, que estamos en libertad.—Dijo el muchacho poniéndose de pie y tomando la mano de la chica para que ella se pusiera de pie también.—Con permiso.

—Que tenga buena tarde.—dijo Matilda mientras besaba la frente de su hermana, ella le sonrió levemente con complicidad, pues aquello que los adolescentes habían hecho, le recordaba tanto a ella cuando se escapaba por las noches del orfanato, que en verdad no podía reclamar nada.

La mano de Eddie estaba entrelazada con la de Matilda, mientras él la llevaba a la salida, allí estaban sus bicicletas, ambos se soltaron las manos y ante la sensación de vacío se miraron, pero fue efímero, porque luego cada uno se subió a su bicicleta.

—¿Pizza en Enzo's? Yo invito.—Sugirió el chico mientras comenzaban a pedalear, la chica lo siguió por el medio de la calle.

—No estaría mal.—Ella le guiñó un ojo mientras lo adelantaba, él le sonrió embobado y ahora el la siguió, llegaron al sitio y dejaron sus bicicletas fuera, pues no había ningún peligro. Eddie abrió la puerta haciendo que sonara la campanita, y la dejó pasar antes que el, pero le distrajo el exquisito aroma a chocolate que había ahí dentro, aunque le era incomprensible el origen de eso.

Los dos se sentaron en una mesa junto a la ventana para así poder vigilar las bicicletas. Nadie dijo nada en el transcurso en el que ellos llegaron y la mesera se acercó a ellos.

—Matty, Eddie, ¿qué ordenarán?—Preguntó Mandy, la chica que trabajaba ahí desde que al menos uno de los chicos tenía memoria.

—Yo quiero una pizza vegetariana y una limonada, por favor.—Dijo Matilda sin necesidad de ver la carta, pues siempre pedía lo mismo. A diferencia de Eddie, quien siempre cambiaba sus elecciones de comida porque le gustaba probar cosas nuevas.

—Y yo una de pepperoni con doble queso y aceitunas, y una limonada también, gracias.—La chica sonrió y luego se retiró dejando nuestro pedido en la cocina.—¿Eres vegetariana?—Le preguntó Eddie sorprendido, luego de que la chica se hubiese ido con su pedido.

—Si, desde los trece creo.—Le contestó ella con una sonrisa.—Ya sabes, creo que me gustan demasiado los animales para comerlos.—Eddie sonrió ante eso y se quedó observando a la chica como siempre lo hacía.—¿Alguna vez te conté que soy inglesa?—

—¿Inglesa, tu?—Preguntó el alzando una de sus cejas y soltando una carcajada.

—¡De verdad! Nací en Liverpool, el 16 de mayo del 71, de hecho creo que tengo una tía allá.—dijo ella riendo un poco.

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2023 ⏰

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𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 || 𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora