"In my imagination you're waiting lying in your side".
Era viernes, estaba lloviendo, hacía frío, bastante frío para ser mediados de septiembre, Matilda estaba sentada en el sofá del salón, viendo alguna película de romance que encontró cambiando los canales de televisión, una manta cálida la envolvía a ella y a Ozzy, y la chimenea emanaba aroma a lluvia, aunque ella no estaba segura de sí eso realmente ocurría o era parte de su imaginación.
Hacía poco tiempo que había terminado de estudiar para su primer examen del año, uno de la Segunda Guerra Mundial, pero eso no era un problema mayor para ella, pues tenía habilidades para la historia y las letras, y se sabía el conflicto de memoria.
Los amantes se acercaron lentamente, y se fundieron en un profundo beso de amor verdadero mientras la lluvia caía sobre sus cuerpos, esto a Matilda le parecía tan romántico, alguna vez imaginó que algún chico la besaría apasionadamente bajo la lluvia y le declararía su amor, luego que ese chico sería Eddie, Eddie no salía de su cabeza, incluso con mínimos detalles cotidianos él venía a su cabeza, era como una maldición, la más bonita de todas.
Justo cuando Matilda estaba en las lágrimas viendo aquella escena, un golpeteo suave en la puerta se escuchó, Matilda rápidamente dejó de llorar y se secó las lágrimas, dejó a Ozzy sobre el sillón y se acercó a la puerta preguntándose quién sería con el temporal que había allí fuera. Abrió la puerta, palideciendo al instante, Eddie Munson estaba de pie bajo la lluvia, con un tulipán casi cerrado en su mano, sus ojos parecían como los de un perrito abandonado, y Matilda quiso lanzarse a sus brazos como la protagonista de la película que anteriormente veía, y que aún se reproducía en su televisor.
—Hola Matty.—El sonrió tiernamente, lo que le había impulsado a comprarle un tulipán, fue el hecho de que la vio llorando hacía una semana, y estuvo pensando en aquello absolutamente toda la semana, preguntándose el porqué de la situación.
—¿Qué quieres Munson?—Le preguntó ella cruzándose de brazos firmemente, manteniendo su postura. Munson agachó la cabeza.
—Uhm...yo.—El hizo una pausa, observando el tulipán con algo de pena.—Esto era para ti, pero se mojó en el camino.—Eddie extendió la flor hacia la muchacha, ella lo miró incrédulo, él realmente le dio mucha pena, igualmente no era su culpa que ella se haya ilusionado como una idiota, al fin y al cabo sólo eran vecinos, así que sin pensarlo demasiado (como siempre solía hacerlo), jaló de la mano al muchacho y lo hizo entrar a su trailer para que dejara de mojarse bajo la lluvia.
—Hay toallas bajo el lavabo, para que te seques, te llevaré la ropa tuya que se te quedó la otra vez.—Eddie miró a la chica, sorprendido por su tono de voz frío y serio, ella se veía extremadamente bonita ante sus ojos enfadada, pero también se veía triste, aunque decidió no preguntarle nada, su mente maquinaba a mil pensamientos de ella por segundo. Él se metió al baño y comenzó a secarse, mientras la muchacha con el vientre apretado de nervios, fue a la cocina a preparar algo de chocolate caliente para su inesperado, y muy lindo visitante. Sus manos comenzaron a temblar mientras servía el chocolate caliente, estaba muy nerviosa, aunque su propia mente trataba de convencerse de que Eddie Munson era un capricho y ya, ella en definitiva estaba solo un poco enamorada de su vecino.
Dejó el chocolate sobre la mesa, y se encaminó a su habitación para buscar la ropa de Eddie, una camiseta y unos pantalones cómodos, con los que la vez anterior había llegado de la lluvia, justo cómo ocurría en ese momento, al parecer al muchacho Munson le gustaba aparecer con la suerte de lluvia, era como una leyenda bien narrada, de los años 40s, para asustar niños.
Sin tocar la puerta, imprudentemente Matilda irrumpió en el baño, observando a Eddie Munson sin camisa, nuevamente, se le estaba haciendo una costumbre bastante peculiar, aunque no era que no le gustase, al contrario, pero quería mantener su mente alejada de su gusto culposo por el chico.
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𝐌 𝐈 𝐍 𝐄 || 𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧
Fanfic❝ La tensión entre el metalero rebelde y su querida nueva vecina era inevitable, cuando se miraban era como si ambos levitaran y viajaran a un universo distinto y alejado de la realidad ❞. ¿Acosadores el uno del otro, o enamorados?