Eres contratada para cuidar a Brahms Heelshire, pero te topas con una gran sorpresa, nada es lo que parece.
Ten cuidado con las acciones que llegas a tomar, o Brahms va a hacerte algo... inspiración por parte de otros escritores de libros sobre Brah...
Estabas tranquilamente con Brahms, como siempre cuidándolo, ya llevabas una semana cuidándolo y todo estaba marchando bien, aunque no sabias cuánto estarías ahí, realmente no te dieron ese detalle los Heelshire y te parecía extraño.
En eso tocaron la puerta, dejaste a Brahms en la sala y fuiste a ver quien era, ojalá y no fuera un desconocido, en las reglas no querían ningún invitado o algo así, o bueno no sería problema.
Abres la puerta y te encuentras con un joven alto, pelo algo largo color negro, parecía detestar su trabajo y sacado de una banda de metal, rápidamente voltea la vista hacia ti, y se pone un poco nervioso al verte.
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¿Usted es ______ no? Oh si soy yo, ¿usted es la persona que vendrá cada semana a mi casa?, el tipo asiente, y le ayudas con la caja , le haces pasar adentro de la casa.
¿Y quiere merendar algo? Preguntas con un tono amable, seguro dice el tipo volteando la mirada hacia la ventana, empiezas a preparar un poco de café, y sacas unas galletas que venían en la caja, te sientas a su lado y empiezas a preguntarle cosas.
Y bueno ¿Cual es su nombre? Le preguntas al chico, Dylan. Mi nombre el Dylan. Dice en un tono cortante, ohhh que bonito nombre, Dylan un gusto dices.
El chico ve al muñeco y empieza a agarrarlo de las patas, ¿y el niño? Pregunta Dylan con algo de duda, tú te quedas callada y le dices, ese es el niño... Dylan suelta una carcajada, cómo está cosa puede ser un niño, que idiotas los Heelshire, dice con un tono burlón.
Ugh, casi lo olvidaba aquí está tu paga por parte de los viejos idiotas de los Heelshire, eres linda pequeña, voy a disfrutar verte en cada visita dice Dylan con una sonrisa pícara.
En eso empiezan a escucharse ruidos raros en la casa, pisadas o golpes en las paredes, te asustaste mucho y Dylan se quedó callado, y yo solo que lo decía bromeando dice con un tono serio, en eso las pisadas y golpes en las parades paran.
Dylan quedó extrañado y mejor dice que se irá si no antes dejarte su número para bueno sabes "chatear con el", le agradeces por los suministros y lo despides y cierras la puerta, acomodas a Brahms y empiezas a tararearle una canción para que calmes al "fantasma del niño" y lograste parar todo ese escándalo, oh vaya este día fue raro piensas.
