Estrellas

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Rafe:
Al día siguiente, me desperté en casa de Iona mi padre no me quería ver ni en pintura. La verdad es que su hijita perfecta Sarah había hecho millones de cosas peores, pero como no yo siempre era el malo. Me estresaban. Respiré ondo y miré a Iona, ahí tan indefensa, guapa, feliz, tranquila... Era perfecta.
Me fui de la habitación al salón, tenía que meter algo de droga en mi cuerpo, me metí una raya y más tarde fumaria algo de marihuana. Podrían ser las ocho y media de la mañana todavía, era temprano pero Iona se despertó. Tenía el pelo un poco alborotado pero no tanto, un camisón blanco en el que se transparentaban los pechos, tenía los labios inchados y no paraba de mirarme.

-Que guapa estás cuando te levantas- le dije
-Déjate de hacerme la pelota- me contestó yendo al baño
-No te estoy haciendo la pelota, simplemente estoy diciendo la verdad- le comenté y ella rodó los ojos y comenzó a reírse

Iona y yo estuvimos en la parte trasera de su casa sentado en el césped mientras fumabamos y hablábamos. El estar con ella me tranquilizaba, ella era la que daba estabilidad a mi vida. Una vida sin Iona no tendría sentido para mí, el día que ella muera yo morire detrás.

-Te prometo que cuando todo se arregle, tú y yo nos iremos de esta isla- le dije besándole la mano
-¿Y a dónde iremos?- me preguntó
-Donde tú quieras- le contesté
-En ese caso, siempre he querido volver al pueblo de dónde era mi padre- me contó- Un pequeño pueblo costero en Sicilia
-Pues ahí iremos, nos casaremos en la iglesia del pueblo y vendrán toda la gente, después nos iremos de luna de miel a París, tendremos 5 hijos y yo me haré panadero- comencé a hablar y ella solo sabía reírse
-¿Ya lo tienes todo pensado?- dijo riéndose- Estás loco
Le abracé y comencé a darle besos en el cuello mientras le hacía cosquillas.
-Rafe para- dijo riéndose- Para
-Me encanta verte reír- le dije
-Pues no hace falta que me hagas cosquillas, con el payaso que ya tengo enfrente me sobra- me contestó
-Que zorra- le respondí besándola y yéndome al salón

Iona se iba a trabajar dentro de un rato y yo tenía cosas que hacer. Primero ir a casa de Barry a por droga y luego había quedado con Topper. Tampoco eran tareas super complicadas pero tenía que organizarme, luego iría a ver a Iona.
Llegué a casa de Barry y lo noté enfadado.

-Contigo quería hablar yo- lo miré confundido- Tu hermanita y sus amiguitos me han robado, o lo solucionas tú o lo soluciono yo
-¿Sarah te ha robado?- dije flipando
-Sí y quiero mi dinero de vuleta- me dijo serio

Iona:
Llegué al trabajo y bueno había las misma personas que siempre. Hoy era un día tranquilo, estaba limpiando una mesa cuando escuché su voz, Claudia.

-Pero mira quien está- dijo acercándose a mí- La puta que rompe relaciones- comenzó a decir y yo no le contestaba- ¿Qué tal con Rafe?No sé que le ve a una puta zorra como tú
-Claudia, ¿por qué no hablamos esto luego?- le dije tranquila, ahora estaba trabajando y no me apetecía que me echasen
-¿De qué tenemos que hablar?¿De qué has estado follandote a un hombre prometido?- siguió hablando- Me das vergüenza, ¿no le estarás poniendo los cuernos a él también?No me extrañaría una guarra como tú es lo que suele hacer- no aguanté más y le pegué en la cara, ella iba a agarrarme de los pelos pero yo me adelanté hasta que un hombre nos separó- Serás zorra- me gritó
-Comeme el coño, ¡ah no! que eso ya lo hacía tu novio- le dije y se fue gritando

Ahora mismo mi última preocupación era que me echasen, la verdad es que estaba harta de este trabajo solo había hombres ricos que sólo querían verme para después pajearse un rato.
Por el momento no me habían llamado la atención así que seguí trabajando normal hasta que me fui a casa.
Cuando llegué a casa estaba Rafe tumbado en el sofá con una herida en la boca.

Infierno-Rafe Cameron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora