Capítulo 13

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No diría que el ambiente era incómodo, pero en el fondo sabía que lo era. Cuando Nakyum intentó besarlo antes de que dejara la cama, él simplemente se escabulló con el pretexto de que debía ir al baño. Luego su pequeña hija llegó para contar sus espectaculares aventuras en la noche que pasó con su amiga y no les permitió hablar nada luego de que hubieran hecho eso. Y si, con eso se refería al sexo.

Seungho no tenía duda sobre sus sentimientos hacia ese chico, pero temía estar actuando demasiado indiferente a sus condiciones de libertad condicional, al dejarse llevar por el romance que inevitablemente surgió entre ellos.

No estaba avergonzado por sentirse de esa forma respecto a Nakyum, pero en serio le había inquietado en sobremanera el mensaje de esa terapeuta. Se suponía que él estaba yendo a esas sesiones grupales ¿A caso no llegaba tarde los miércoles debido a eso?

Ahora que lo pensaba, Nakyum era muy indiferente para hablar sobre su experiencia en la terapia de grupo, pero Seungho decidió no insistir ya que pensó que sería algo muy privado y decidió respetar.

—¿Puedo preguntar porque regresamos dos días antes de lo que habías prometido? — la pregunta de Nakyum lo tomó por sorpresa. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no se sentía con la concentración necesaria para mentir mientras conducía.

—Tengo la misma duda. Se supone que teníamos más tiempo. No visitamos algunas tiendas que íbamos a ver— luego Hee Yin tuvo a bien soltar otro comentario.

—Lo siento. Me llamaron del bufete, dejé algunas cosas fuera de lugar. Fue irresponsable de mi parte, ni siquiera lo recordaba. Debo ir.

—Que aburrido— mencionó la pequeña y se acomodó para dormir en el asiento trasero.

Algunos minutos antes de llegar a Seúl, Nakyum dio un vistazo hacia atrás, efectivamente la niña dormía y Seungho se percató que intentaba decirle algo.

Hubo más silencio y él no tenía mucho para comentar tampoco.

—Anoche... Fue desagradable ¿Cierto? ¿Por eso estás raro hoy? Quizá decidiste volver antes porque temes que vuelva a acercarme a ti de esa forma— ay maldición. Nakyum estaba a punto de llorar, el tono de su voz fue quebrantado a mitad de cada frase y Seungho imaginó ver que sus manos temblaron un poco. ¡Mierda! No... no quería que Nakyum pensara eso. Porque no se trataba de nada sobre el hecho de estar juntos de esa forma.

—Hablemos en casa— no era el momento, no era el lugar y para ser honesto ni siquiera sabía que decir. Temía arruinarlo todo y herirlo sin siquiera proponérselo.

Al llegar a casa, Seungho tomó a la pequeña en brazos, Nakyum prometió bajar el equipaje para que él pudiera llevarla hasta su habitación.

Joder. Tenía que darse prisa, estaba impaciente y sólo quería hablar con él antes que cualquier otra cosa.

Bajó las escaleras tan rápido como pudo, Nakyum tenía todas las maletas en la puerta y le ayudó a meterlas.

—Iré a dormir un poco— no lo dejaría.

Uso sus brazos para enrollarlos alrededor de su cuerpo. Se colocó detrás de él y así pudo atraparlo. Apoyó su mentón contra su cuello, justo como en la playa. Como si intentará revivir aquel momento, le besó la mejilla.

—Lo de anoche fue increíble. Perdón si estoy raro.

—¿Qué pasa? — Nakyum le acarició las manos aprovechando la posición y él como un sujeto fuera de control, no pudo negarse al deseo que tenía de besarlo. Le hizo girar un poco el rostro e impactó sus labios con los de Nakyum de forma lenta, suave y muy cuidadosa. Se encargó de hacerlo sentir bien con el contacto y luchó por demostrar en un beso todo lo que sentía, ya fuese el deseo, el amor o la obsesión de tenerlo cerca.

Irreversible (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora