Capítulo 5

285 34 9
                                    

¿Hermano?

Sí claro. Que comentario tan absurdo. Era simple basura verbal que le salía por lástima. ¿Su hermano mayor?

Pfff... además...

Los hermanos mayores no te aceleraban el corazón de esa forma.

Nakyum mintió, sí. Y lo hizo rápido porque tenía que escapar lo antes posible. Estaba atrapado bajo el hechizo de ese maldito hombre que no dejaba de mirarlo con esos ojos que le empezaban a poner mal.

Joder. Ese Yoon Seungho sí que era atractivo, era inteligente, amable y demasiado maduro.

Llevaba todo el juicio escuchando cómo lo defendía, atento a cada uno de sus movimientos, incapaz de quitarle los ojos de encima.

Y luego venía, le tomaba las manos y soltaba semejante tontería ¿Seamos hermanos? ¿Era en serio?

¡Joder!

Se lavaba la cara compulsivamente y detrás de la puerta lo presionaban para que saliera ya. Como un acusado no tenía derecho a ir al baño solo, así que ya bastante estaban haciendo con dejarlo cerrar la puerta.

La audiencia reinició después de la comida y Lee Jihwa fue llamado a declarar.

Nakyum sintió que sus piernas perdían fuerza cuando vio que su amigo entraba por esa puerta. Ambos se miraron con esa complicidad que lo hicieron la última vez que se reunieron. Justo ahí no podían decirse nada, pero esperaba que su amigo pudiera encontrar en sus ojos las mejores explicaciones para saber cómo y porqué terminó ahí.

—Lee Jihwa ¿Podría describir su relación con el acusado?

—Soy amigo de Baek Nakyum desde que éramos unos niños.

—Háblenos sobre el abuso ¿Conocía usted esa situación?

—Comenzó cuando el tenía trece años, él vino a mi casa porque estaba sangrando en esa zona. Estaba asustado y avergonzado. Tenía miedo de que su mamá pudiera saberlo y avergonzado de que la mía pudiera saberlo también. Buscamos ayuda en internet y le ayudé con lo poco que podía hacerlo.

—Hay algo que no entiendo— empezó el fiscal, pero Nakyum veía cómo Jihwa se mantenía firme y con la mirada hacia la nada para no dar pasos en falso—. Por qué si eran tan amigos y usted conocía del supuesto abuso ¿Nunca dijo nada? ¿Qué clase de amigo hace eso? Pudo al menos decirle a su mamá en secreto.

—Señor fiscal. Ojalá fuera tan fácil, imagínese ir por el mundo diciendo "Mi amigo es abusado por su padrastro" Nunca pasaría, él tenía solo 13 años y yo 16 No es algo que quisiéramos hablar abiertamente.

—Sin embargo, el cumplió 19 y usted y usted 22 ¿Aún así no pensó en hablar?

—Es una pregunta que no tiene impacto en la información que deseamos analizar su señoría— Seungho intervino y la juez estuvo de acuerdo.

La ronda de preguntas continuó y Nakyum estaba extrañamente conmovido por ver a Jihwa lleno de confianza. Le hubiera gustado correr y abrazarlo para poder agradecerle, pero debió conformarse con verlo a los ojos y luego ver como salía de ahí.

Luego fue el turno de Heena. Por dios, era su pequeña hermana. Era ella y se veía tan bien.

Nakyum sonrió. Si había algo bueno en todo eso, es que su hermana estaba a salvo.

Las preguntas que Seungho le hizo parecieron ir bien, ella respondió todo el tiempo con el rostro agachado, pero no se quedaba callada.

Pero quizá las cosas empezaron a ir mal cuando el fiscal tuvo su espacio de cuestionamientos.

Irreversible (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora