Capitulo 7

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Los minutos que siguieron fueron absolutamente insólitos. Tan pronto romo la mano de Thomas entró en contacto con la extraña bola de metal, el chico dejó de moverse. Sus brazos y piernas se paralizaron y la rigidez de su pecho desapareció en un instante. Thomas sintió que una densa humedad emanaba de la esfera, en el lugar donde debería haber estado el cuello.

Sabía que era sangre; hasta podía oler el aroma a cobre.

Luego la bola se deslizó entre sus dedos y se alejó rodando con un chirrido hueco hasta que golpeó con fuerza contra la pared más cercana y se detuvo. El Habitante que estaba tendido debajo de él no se movió ni emitió sonido alguno. Los otros continuaban gritando preguntas en la oscuridad, pero Thomas no les prestó atención.

I: Que pasa allá?!?!

M: Hay alguien herido?!?!

X1: Algo ataco a alguien!!!

X2: Esta muerto, no?!? ESTA MUERTO!!

Las chicas no lo podían creer, instintivamente tomaron con más fuerza a Chuck y lo apegaron a ellas, Thomas al imaginar el aspecto que debía tener el cuerpo, el horror se infiltró en su pecho. Nada tenía sentido, pero era obvio que el chico estaba muerto, con la cabeza cortada de manera incomprensible. O... ¿convertida en metal? ¿Qué demonios había pasado? La mente de Thomas daba vueltas y le tomó un rato descubrir que aquel fluido tibio se deslizaba por la mano que había apoyado contra el suelo cuando la bola resbaló. En ese momento, perdió el control.

Secándose la mano en los pantalones, retrocedió rápido para alejarse del cuerpo. Gritó, pero no logró articular las palabras. Un par de Habitantes lo sujetaron desde atrás y lo ayudaron a incorporarse. Los apartó de un empujón y tropezó contra una pared.

M: Thomas estas bien??

I: que pasa porque se escuchan tus pasos tan desesperados?? Encontraste algo??

Alguien lo tomó de la camisa para atraerlo.

Mi: ¡Thomas!... ¡Thomas! ¿Qué pasó?

Trató de calmarse y retomar el control perdido. Su estómago se sacudió y el pecho se le puso tenso.

Th: Yo... no lo sé. ¿Quién era ése? ¿Quién era el que gritaba?

W: Creo que era Frankie. Estaba junto a mí haciendo una broma y luego fue como si algo lo arrastrara. Sí, era él. Estoy seguro.

Mi: ¿Qué pasó?

I: Thomas si no nos dices no podremos entender o ayudarte

Thomas se dio cuenta de que seguía frotándose las manos en el pantalón.

Th: Miren, yo lo escuché gritar y corrí hacia aquí para ayudar. Salté sobre él e intenté sujetarle los brazos al piso y averiguar qué ocurría. Entonces estiré las manos hacia su cabeza para agarrarlo de las mejillas, ni siquiera sé por qué, y todo lo que sentí fue...

No fue capaz de decirlo. Nada podía sonar más absurdo que la verdad.

Mi: ¿QUÉ?

Thomas lanzó un gemido y luego lo dijo:

Th: Su cabeza no era una cabeza. Era como una... gran... bola de metal. No sé, hombre, pero eso fue lo que toqué, como si su miertera cabeza hubiera sido devorada por... ¡por una gran esfera de metal!

M: como???

Mi: ¿Qué estás diciendo?

Thomas no sabía cómo podía convencerlo a él o a cualquiera de los otros.

Th: ¿No la escuchaste rodar cuando él dejó de gritar? Sé que...

N: ¡Está aquí!

gritó alguien. Newt. Thomas oyó otra vez un fuerte roce y después a Newt gruñendo por el esfuerzo.

Maze Runner: Prueba de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora