Un mentor

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El trámite de los documentos fueron hechos gracias a contactos de Mr. Satan, el favor le fue solicitado después de hacerlo parecer el héroe que desapareció una bomba en el aire y rescató a una figura pública, justo cuando el héroe de Ciudad Satán se había retirado dejando la ciudad a cargo de Boo, su mejor discípulo conocido hasta el momento.

Los papeles eran esenciales para convertir a Bema en una habitante más de Ciudad Satán, a consideración de la familia acordaron con la niña ser huérfana: la mentira se desarrollaba a partir de que luego de la "Semana negra" ella perdió a sus padres siendo el matrimonio Son como sus tíos políticos, durante la Semana negra muertes y desapariciones ocurrieron en muchos lugares del mundo, no habían pasado tantos años desde la tragedia por lo que era común escuchar casos de reencuentros.

Antes de que la joven hiciera frente a sus agresores había enfermado de una fiebre común, el problema fue su sistema inmune, era demasiado débil. La primera semana pasaba los días en cama con apenas unas sábanas o a veces sin cubrirse. El doctor dio indicaciones con lo que se podría curar y los esposos hicieron caso, pese a ello la fiebre no bajaba. Goku intercambió de dormitorio con Bema, ella dormía con Milk, tenía que estar al pendiente puesto que la fiebre subía y bajaba repentinamente. Ni los medicamentos de vía oral más efectivos funcionaban con ella. 

Aún recibiendo ayuda no lograban eliminar el malestar y la humana tenía que ser atendida en el hospital. 

En la blanca habitación reposaba la niña cubierta con la delgada manta azúl, estaba muy débil para abrir sus ojos y mantenerse despierta, sus oídos eran los únicos que la conectaban con el exterior. 

Escuchó a "la enfermera" cerrar la cortina dejando de percibir la luz del sol sus párpados, aquellos zapatos se alejan, la lámpara es encendida siente el calor incandescente que la reconforta. Escucha pasos apresurados y un objeto deslizarse, "es pesado", la mano de "la enfermera" talla una y otra vez dicho mueble u objeto, "es de tela". Las pisadas se alejan hasta la puerta y la misma suena para cerrarse por completo.

"Por qué no sentí ningún síntoma antes, sin pensarlo les habría dicho que necesitaba de un doctor para ahorrarles ésto."

La puerta suena otra vez seguido del sonido de más pisadas, el resto se detiene mientras alguien se acerca a ella acariciando su mano gentilmente, aquellas manos que se posan sobre ella son tan suaves y cálidas, que sin ver, sabe a quien pertenecen soltando un suspiro y al fin caer rendida al sueño.

—Goku, mira, por fin logra dormir —aliviada miró a su esposo regresando su atención a la menor, acariciaba su mano con cautela debido a la intravenosa. Se sentó en el sillón individual de visita.

"¿Por qué me siento culpable con ella?, quizá no estoy haciendo lo suficiente por ayudarla". Tranquilo fue con su esposa tocando suavemente su hombro.

—Por el comportamiento que me describieron hace un momento, puede que la niña enfrente otro tipo de enfermedad misma que la está debilitando.
—Pero ella nunca nos dijo que se sentía mal —aún confuso respondió al médico.
—Señor Goku, muchas personas ocultan sus malestares cómo está chiquilla, no lo hablan con nadie. Los guardan hasta que empieza a hacerles daño.

El médico les explicaba la posible enfermedad que padecía Bema, cada situación que Milk recordaba encajaba con la descripción del profesional, desde su aislamiento hasta la irritabilidad y distracción constante, aquellos últimos síntomas eran más notorios para Gohan.

Aquel hombre de blanco recomendó a la pareja llevar a la menor, luego de su recuperación, con un profesional de la salud mental.

Milk sabía que era un tema delicado, desconocía la reacción de Bema al enterarse y si aceptaría tal ayuda.

Fortuito: La esperanza que el caos abrazóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora