REVELACIONES

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En casa de los Temo Totosai estaba convertido en una furia, cada uno de los acontecimientos ocurridos en su casa no le daban oportunidad de pensar las cosas con calma, tenía que encontrar la forma de unir a su hija con Sesshomaru y al mismo tiempo alejar a su hijo de Kagome; era una misión muy complicada, tenía que ser sumamente ágil en su proceder y hacer parecer las cosas lo más naturales posible, sabía que su carta más poderosa era el señor Higurashi, así que se dispuso a elaborar un contrato en el cual quedaría estipulado que los Temo se harían cargo de absorber los gastos médicos y de la reconstrucción del criadero así como de todas las pertenencias de la familia Higurashi a cambio del trabajo de la familia así como de cómodos pagos para asegurar el regreso del préstamo, pero adicional a esto quedaría estipulado que ante el incumplimiento de las condiciones o bajo el fallecimiento del padre de Kagome la familia tendría que hacer la entrega de su hija para la familia Temo para una alianza matrimonial, todos pensarían que sería con su hijo y tal vez conociendo que ellos eran grandes amigos los padres no lo consultarían con su hija, sería entonces cuando su hijo tendría que salir del país por un periodo mayor al que se estipulara en el contrato para la consumación del matrimonio, considerando el estado de salud del padre de Kagome no sería difícil acabar con el después de un breve periodo de tiempo para que todo pareciera natural, ahora solo quedaba un eslabón, que haría para atrapar a Sesshomaru, matarlo no era una opción pues veía un futuro prometedor para sus empresas si Sesshomaru comenzaba a hacerse cargo de ellas como esposo de Kagura, le servía más vivo que muerto así que tendría que hacerle una trampa para que Kagura pudiera aprovechar y tal vez engatusarlo con algún embarazo o alguna extraña enfermedad que ocasionara que el aceptara casarse con ella.

Por ahora empezaría con el plan hacia los Higurashi, después de todo una vez que Kagome se convirtiera en su esposa no habría poder humano que los pudieran separar, se la llevaría lejos de ahí para evitar que ellos intentaran algo en su contra, Sesshomaru podría esperar.

El día había comenzado desde hace varias horas pero para los Taisho recién percibían la llegada de un nuevo día, cada pareja comenzaba con un ritual diferente para iniciar aquel día lleno de esperanzas y anhelos, Irasue e Inu No bajaban de lo más relajados a tomar los alimentos mientras esperaban por la llegada de sus hijos, así mandando a una de las empleadas para que les avisaran sobre el desayuno; Inuyasha y Kikyo no tardaron en unirse al desayuno, ambos se veían realmente felices por poder compartir eso momentos y en ambos crecía el anhelo de llegar a su boda y tener ese tipo de despertares cada mañana, Kagome por otra parte estaba renuente a bajar, era obvio que todos sabrían que había ocurrido entre ella y Sesshomaru y la pena que sentía le impedía mover los pies, Sesshomaru reía por lo bajo a ver las reacciones de Kagome.

-Mira será más complicado si no bajamos ahora, solo evidenciaremos nuestras ganas por mantenernos metidos dentro de la habitación-

La cara de Kagome paso del ligero sonrojo a ponerse completamente roja, las palabras de Sesshomaru eran tan ciertas que en ese momento se puso de pie y trato de buscar algo de ropa pues todas sus cosas estaban en la casa chica y ella solo tenia el vestido que Irasue le había regalado para la fiesta. Cuando la empleada llego Sesshomaru pidió solicitara a su madre algo de ropa para Kagome, así fue que Irasue entrego a Kagome un lindo vestido color verde con destellos blancos y amarillos que resaltaban ese brillo que ahora se veía en los ojos de Kagome.

Al llegar al comedor Inuyasha intento hacer una pequeña broma a Kagome, pero fue parado en seco por Kikyo quien entendía la sensación de saber que su intimidad había estado expuesta ante los demás. Sesshomaru solo tuvo que mirar a Inuyasha para que este quedara completamente callado, después de todo Sesshomaru seguía siendo el hermano mayor y eso le valía cierto respeto por parte de Inuyasha, Irasue e Inu No recibieron a Kagome lo mas natural posible y dieron inicio al desayuno que hasta ese momento no habían notado que necesitaban desesperadamente después de todas las actividades nocturnas.

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