ESPERANZA

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Kagome llevaba varias semanas decaída, no quería preocupar a sus padres, pero había perdido algo de peso, casi no comía, cada que pensaba en Totosai y su inminente boda el estómago se le retorcía sacándole lo poco que había comido durante el día. Había perdido la cuenta de las semanas, ni siquiera había notado que su periodo aun no aparecía, lo adjudico al hecho de estar muy estresada, así que continúo dejándolo pasar, todo marchaba como debía de ser, no había vuelto a saber o ver a Sesshomaru, Yako ocasionalmente llegaba al criadero para ser recogido por los trabajadores de los Taisho argumentando que el can buscaba la manera de escaparse e ir hasta ella, lo cual significaba todo un reto pues siempre que intentaban llevárselo él se mostraba muy agresivo, siempre tomando una actitud sumamente protectora con Kagome quien en ocasiones tenía que levarlo hasta el auto de los trabajadores para que se lo pudieran llevar.

Irasue la había visitado en dos ocasiones mostrando su preocupación por lo demacrada que Kagome lucia e insistía en que debía visitar un doctor a lo cual ella siempre se negaba. Los días continuaron pasando, como lo predijo Naraku su estadía tendría que alargarse, ella sabía bien el motivo, su padre haría todo por mantenerlo alejado durante un tiempo más para así celebrar el matrimonio sin complicaciones, esa tarde se encontraba en con el veterinario mientras hacían una entrega cuando se desvaneció, rápidamente el personal le brindo los primeros auxilios y la llevaron al centro de salud.

-Srta. Higurashi, ¿cómo se encuentra? –

-creo que bien, me duele un poco la cabeza, ¿qué me sucedió? –

-usted se desmayó en el consultorio del veterinario, rápidamente la trajeron aquí, aparentemente todo es por estrés, pero me gustaría practicarle algunos exámenes de rutina para descartar cualquier problema-

-si claro-

-tratamos de localizar a sus padres, pero no tuvimos éxito, así que nos tomamos la libertad de comunicarnos con los Taisho y la señora Irasue se encuentra aquí, la dejare entrar para que la acompañe en lo que vienen a tomar las muestras-

-claro-

En cuanto el doctor salió de la habitación Irasue entro formulando un sinfín de preguntas que solo agobiaron más a Kagome

-dios niña que susto nos diste, agradece que no localizaron a tus padres o les hubieras dado un buen susto, ¿cómo te sientes, ya te dijeron que tienes? –

-no aun no, me van a sacar unos estudios-

-bien esperaremos los resultados y después te llevare a tu casa a descansar-

Kagome no alego nada, se quedó ahí viendo fijamente por la ventana, escuchando el parloteo de Irasue, casi sin poner atención a la plática sin sentido que ella le hacía, fue que la enfermera entro salvándola de aquel martirio, tomo las muestras de sangre necesarias y se retiró. Solo tenía que esperar 15 minutos más y podría regresar a su casa.

-y ¿cómo van los preparativos para la boda de Inuyasha y Kikyo? –

-de maravilla, Kikyo tiene un excelente gusto para los detalles, el vestido esta ya casi listo, las invitaciones llegaran la próxima semana, será una boda espectacular y muy sonada, imagina que hace años que no se celebraba algo de tal magnitud-

-si por supuesto-

Kagome respondió irónicamente, si supiera que mucho antes de la boda de Inuyasha y Kikyo la boda más sonada y recordada seria la suya con Totosai.

Su mirada se entristeció solo de recordar su triste destino sintiendo nuevamente como el estómago se le revolvía por lo que tuvo que correr al baño asustando a Irasue

-pero niña que te pasa, ¿estas bien? -

-si perdón, creo que comí algo que me hizo mal-

La enfermera llego junto al doctor quienes ya tenían los resultados

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