Capítulo 5. Una nueva esperanza.

105 11 2
                                    

Ha pasado una semana desde la celebración de las lunas azules y el ambiente en mi familia está mejor que nunca, mi padrastro está algo decepcionado por la cancelación del compromiso pero no me ha insistido para cambiar de opinión y eso se lo agradezco. Del tema de la ruptura ni Deku ni yo hemos dado muchos detalles de lo que ha pasado, y desde ese día que no he visto a Deku y siendo sincera tampoco se como comportar me con él.
Lo que sí, tenía claro pero que no se me dio muy bien fue hacerme pasar por enferma, a la mañana siguiente. Ocurrió así:

Flashback
Escucho tres toques en la puerta, dejo el libro abierto sobre mi regazo. Llevo toda la mañana aguantando me las ganas de salir a trabajar porque se supone que me encuentro mal y que por eso volví antes de la fiesta sin avisar.
- Adelante!- digo desde la cama. Veo asomar se la cabeza de Melissa y eso me sorprende, pensaba que era la criada.
- Esto... Puedo pasar?- me dice con cara y voz preocupada todavía desde la entrada sin decidirse a entrar. Yo le sonrío desde la cama para animar la a venir. Estaba deseando poder hablar con ella y que vuelva ha hablar me ya es como un milagro.
- Pasa, porfavor.- le suplico, me alegro tanto que vuelva a hablar me que podría dar saltos de alegría pero eso me delataría así que espero impaciente a que llegue a mi lado.
- He ido a la Herbolaria a ver a Momo y me ha dado uno de sus tes para ti.... No se si lo he hecho bien... Te manda ánimos para que vuelvas pronto.- me dice acercándose a mi cama con una bandeja. Dejo en la mesita el libro para que ella pueda dejar la bandeja en mi regazo. Allí veo una taza de te, que no huele nada mal, un zumo de naranja y mis pastelitos preferidos, estoy por fingir más veces que estoy enferma solo para tener este pequeño banquete. Pero antes de probar bocado... Tengo que hacer frente a Melissa.
- Gracias Melissa.- le digo sinceramente, ella va a por una silla y se sienta al lado de mi cama. Se que ha ido a buscar me personalmente la medicina y los pastelitos y eso ya es mucho, puesto que a Melissa le gusta más quedarse en casa construyendo aparatos o tocando el piano. Las veces que sale fuera son o para inspirarse o cuando la obligo a acompañar me de compras a algún lado. Ella me mira y baja la cabeza apenada.
- Desapareciste durante casi toda la noche... Pensábamos que nos habías abandonado. Que te habías marchado. Nos dejaste muy preocupados, creíamos que te habíamos perdido.- me dice con mirada dura. Yo la miro y luego bajo la cabeza apenada.
- Lo siento.- le digo realmente arrepentida, no pensé en ellos en absoluto. No pensé que tanto podían sufrir.- Yo solo... Me sentía mal y no quería molestaros.- le digo como excusa porque no pensé en ellos en ningún momento.
- Me hiciste sentir muy culpable, pensé que yo había causado que te quisieras ir.- me acusa ella ahora con la mirada algo borrosa.
- Oh Mel...- le digo echando me a sus brazos para abrazar la con el cuidado necesario para no aplastar mis pastelitos, porque eso sería casi como un crimen.
- Nunca me iría de vuestro lado, sois la única familia que me queda, nunca podría abandonaros!! Os quiero mucho a los dos a ti y a padre.- le confieso sinceramente y las dos nos abrazamos entre lágrimas y mocos. Ya más calmadas y felices comemos de mi merienda juntas.
- Ochako, vino Izuku a hablar con padre. Es cierto que no os vais a casar?- me comenta Melissa, yo doy un respingo al oír el nombre de Deku, y luego bajo la mirada apenada, no entiendo porque Deku me protege de esta forma. Fui yo la que rompió el compromiso con él, entonces porque se culpa a si mismo?
- Ochako...- insiste Melissa poniendo me una mano sobre mi hombro para reconfortar me, pero eso es inútil no siento lo que ella cree que debería sentir. Aún así no le digo nada, no le cuento que he sido yo la culpable, y que lo que realmente siento es alivio. Si Deku no ha dicho nada, yo no voy a decir lo contrario, ni voy a revelar nada. Solo deberemos hacer como si nunca hubiera sucedido que es lo que tendría que haber sido.
- Es cierto.- le digo sin mirar la, no quiero que me pille la mentira.
- Lo siento.- me dice con voz preocupada y ojos tristes pero hay algo más en ellos, como un atisbo de...esperanza? No logro adivinar bien ese reflejo porque ella aparta rápida su mirada.
- Estoy bien.- le digo sonriendo le sinceramente porque por lo único que me siento mal es por herir los sentimientos de Deku pero... No me arrepiento de mi decisión. Se que he echo lo correcto y sólo el tiempo pondrá las cosas en su lugar dando me la razón. Pero ahora no es momento de pensar en Deku, ni en bodas ni siquiera en el amor. Estoy irrevocablemente aburrida, así que como salir no será una opción posible porque corro el riesgo a delatar me, busco otra solución a mi creciente aburrimiento.
- Porque no bajamos a tocar juntas, te apetece?
- Pero... - empieza a protestar todavía preocupada por mi falsa enfermedad y mi falso estado de ánimo, de la "pobre chica a la que han rechazado" pero ya no aguanto más estar en la cama, he fingido durante toda la mañana y eso ya es decir mucho.
- Nada de peros estoy bien de verdad, los tes de Momo son milagrosos. Porfavor Melissa...- le suplico con mi mirada de cachorrito se que no podrá decir que no, pocas personas pueden decir me que no a esta cara.
- Esta bien....- cede ella finalmente.
Así que sin más tardar nos vamos al salón a tocar juntas.
Fin del flashback

La ladrona de librosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora