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POV LISA.
Sabía que involucrarme con Jennie me traería enormes problemas y la intensa conversación con Mina solo me lo recordó, aunque de alguna forma extraña, cada vez que trato ponerle fin a esto, simplemente no puedo, estando con Jennie descubrí una parte de mí que no conocía, es caer en un pozo profundo del que no hay salida, odio mentirle a Rosie, odio estar lastimando a personas que no lo merecen, me odio por no ser capaz de ponerle fin a esto.
Y estoy segura que justo ahora estoy a punto de cometer una enorme estupidez, lo que debería hacer en estos momentos es desaparecer de Corea para poder sacarme a Jennie de la cabeza, no debería estar a punto de hacer un viaje con ella, pero ya estaba hecho. Prácticamente pasaremos todo un día y una noche juntas, odio que la idea me parezca ligeramente emocionante, aunque sé perfectamente que Jennie aceptó para escapar de Jisoo, porque las cosas no están bien, ella necesita un respiro de todo esto, quizá yo también.
Acordamos vernos directamente en el hotel de la isla, una lo suficientemente lejana para no levantar sospechas, pero lo suficientemente cercana para regresar a tiempo. Aunque como siempre Jennie se retrasó un poco más de lo esperado, así que decidí bajar a tomar algo.
Por alguna razón sentía un poco de nerviosismo al estar ahí, teníamos muchas cosas en juego, a veces no puedo dejar de pensar en lo mal que podrían salir las cosas si Jisoo o Rosie llegasen a enterarse.
—Tengo mucha hambre, espero que hayas ordenado algo...—Y entonces ahí estaba Jennie con esa sonrisa de autosuficiencia en su rostro, debo reconocer que de alguna forma me gustaba, al igual que sus comentarios sarcásticos.
—¿Siempre eres tan demandante? —molestarla se había convertido en mi pasatiempo favorito.
—¿Eso es un problema? Sé que te gusta...—Y entonces me regaló un guiño con la intención de ser seductor, aunque solo logró lo contrario.
—Como digas.
—Además prometiste enseñarme el lugar, aún tenemos muchas cosas por hacer...—su voz sonaba un poco más amenazante esta vez.
—De acuerdo, de acuerdo— No pude evitar sonreír— Haremos todo lo que quieras, por el momento... ¿Qué desea comer su majestad?
...
NARRADOR.
Ambas chicas recorrieron todos los lugares posibles de la isla, hicieron todas las actividades que pudieron, probaron todo aquello que hasta ese momento era desconocido y sobre todo... Rompieron todas y cada una de las reglas que tenían establecidas, pero aún falta una de las más importantes, una que quizá también sería rota justo en este momento, estaba mal en todos los sentidos, pero de alguna forma se sentía bien, se sentía correcto, ninguna de las dos tenía que esforzarse demasiado, simplemente bastaba con ser ellas, no había necesidad de fingir o preocuparse por la otra.
Lisa se quedó maravillada por esta nueva versión que no conocía de Jennie y por supuesto la castaña por primera vez en mucho tiempo se sintió libre, sin presiones de por medio.
