CAPÍTULO XLII: WOUNDS

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—Hola, Rosie

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—Hola, Rosie...—saludó después de los tonos de llamada.

—Hey—murmuró por lo bajo, en un pequeño intento de no mostrar su felicidad. Porque realmente estaba feliz, había pasado ya casi una semana desde esa pequeña reunión con Taylor. Y ahora parecía que todo se alineaba poco a poco para regresar a la normalidad. —¿Todo está bien?

—S-Si... solo...—su divagación era evidente, incluso para la rubia del otro lado—Quería saber si tienes tiempo para cenar en mi departamento... Esta noche... con Taylor, por supuesto.

Rosé evitó reír, incluso sin ver a la tailandesa cara a cara, sabía que estaba totalmente nerviosa. Pero no mentirá, ella se encuentra igual.

—Por supuesto, estaremos ahí. ¿A las ocho está bien?—sonrió como una tonta ante el celular.

—Si. A las ocho es perfecto. —El aire se llenó un poco de incomodidad, todavía no encontraban la forma correcta de mantener una conversación, pero ambas sabían que era un buen comienzo. —Por cierto, mis padres también estarán ahí...—dijo recordando ese pequeño detalle.

—Oh...— adora a los padres de Lisa, siempre han sido muy cariñosos con ella, y la han considerado de la familia desde hace mucho tiempo. Pero no puede negar que se sintió un poco decepcionada, pensó que sería solo algo entre Lisa, su hija y ella—Es genial, tengo muchas ganas de platicar con tu mamá.

—Ellos se están quedando en un hotel... Después de la cena, podemos ver una película con Tay...—casi susurró con miedo a que la rubia la rechazara, era triste, pero era en lo único que se estaba estancando; en una negativa que la haría desvanecerse —Si no puedes, no hay ningún problema... es solo que...

—Lisa—la interrumpió —Claro que me encantaría quedarme, a Taylor le encantará también... mucho más si es algo de Disney. —bromeó un poco. Lo que realmente sirvió, porque por fin logró escuchar una pequeña risa de Lisa. Era encantador.

—No lo dudes. —sonrió un poco, algo por fin tenía sentido —Tengo que colgar, aún tengo que cocinar.

—¿Vas a cocinar tú?—realmente estaba sorprendida, Lisa no hacía eso. Aunque trató de tomarlo más con diversión —Sorprendente, señorita Manobal.

Lisa puso los ojos en blanco.

—Si, si—resopló, aún sin poder eliminar esa sonrisa en sus labios —Y como dije, tengo que colgar.

Colgó la llamada después de un pequeño sonido de afirmación de la rubia. Y como le dijo, tenía que apresurarse porque sería una tarde larga. Primero cocinaría, Pad Thai, un poco de Sushi y un pequeño postre. Después tendría que ir a recoger a sus padres al aeropuerto y al final llegar a casa a terminar de arreglar todo, incluyendo ella misma. Quería todo reluciente y que fuera totalmente memorable.

...

Al final, ya no tuvo que recoger a sus padres en el aeropuerto, ya que le mencionaron que un taxi los llevaría hasta su departamento. Y eso fue perfecto, tendría al menos una hora más para prepararse.

NO TIME TO BURN | CHAELISA/JENLISA/JENSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora