Eren y Mikasa se hicieron muy unidos, pasaban la mayor parte del tiempo juntos. Incluso el castaño dejó de reunirse tan a menudo con Armin, le contaba a su asiática amiga sobre su gran compañero, pero nunca los presentó formalmente, le desagradaba que la azabache se hablara con otros chicos que no fuera él.

Luego de las primeras horas de clase comenzó el recreo, a lo que los estudiantes salieron al patio o se quedaban en las aulas en caso de algunos. Mikasa salió junto con Sasha y Eren aprovechó para hablarle a su rubio amigo.

Se acercó a él para saludarlo con una radiante sonrisa- ¡Hola Armin!- lo saludó alegremente. Le preocupaba el oji azul, al ser un chico realmente inteligente, o nerd como en realidad le llaman, algunos le hacen bullying ¿por qué? Porque envidian su gran inteligencia, no hay otra explicación como para que cometan tan vil acto. Cuando pasaban tiempo juntos nadie se acercaba al chico para agredirle ya que Eren era alguien de temer, usualmente no se mete en peleas, pero anteriormente era todo lo contrario, cambió cuando su rubio amigo y familia le convencieron de que no ganaba absolutamente nada con eso, que sólo estaba estropeando su futuro.

Ellos desconocían que el oji verde poseía una inmensa sed de sangre, la cual era la razón por la que siempre se peleaba, a diferencia de los cobardes que se meten con Armin, él buscaba chicos mucho más grandes y fuertes que él. De una que otra forma siempre lograba ganar, en diferentes peleas diferentes victorias, a veces para ganar y no morir en el intento usaba la navaja que siempre guarda en el bolsillo delantero del lado izquierdo del pantalón. No se fiaba de nada ni de nadie, a pasar de aprender por si sólo a controlar su sed de sangre nunca sabes cuándo te van a atacar por la espalda.

- ah, Hola Eren- le sonrió, de esas sonrisas que hace Armin que te hace creer que no es un ser de este mundo.

-¿qué tal? ¿Como te ha ido?- empezó una conversación normal. Ni que hubiera pasado tanto tiempo solo fueron dos semanas y media que pasó con Mikasa y dejó de reunirse con el oji azul.

-bueno bien, que por cierto tengo mucho que contarte- sus ojos brillaban cada ves que de su boca salía una palabra, significaba que Armin estaba emocionado.

-oh! De acuerdo- le dijo y salieron al pasillo- ¿acerca de qué?- preguntó curioso

-acerca de Annie- contestó el más bajo para luego dejar escapar un suspiro de enamorado

-jaja está bien, pero deja avisarle a Mikasa que pasaré el resto del día contigo- le contó- es que como últimamente me paso el día con ella, y creo que se ha acostumbrado a eso se le va hacer raro- se rascó la nuca algo apenado.

-de acuerdo, te espero aquí-

Eren salió corriendo a toda velocidad hacia el patio, seguramente su amiga estuviera con la castaña que adora las patatas, pero mucho fue su enojo que al encontrarla estuviera arrinconada en la pared a causa de Jean.

No le daba buena espina ese chico, a diferencia de otros de sus compañeros no se llevaba bien con el, ya que sentía que tenía segundas intenciones con la oji gris. Odiaba que se le insinuasen, no era sólo el Kirstein, también Marcel, Thomas entre otros, pero estos tres eran los que lo hacían más a menudo, y era tal la belleza de Mikasa que incluso llamaba la atención de las chicas, como era el caso de Louise, el castaño tampoco se llevaba bien con ella, de hecho con ninguno de los anteriores, ni planeaba hacerlo, ya se le ocurriría algo para sacarlos del camino. No dejaría que se la llevasen de su lado.

-Oye ¿podrías alejarte?- pidió incómoda la azabache

-no lo creo linda ¿qué me dices si pasamos un buen rato juntos?- le propuso el más alto

-déjala en paz cara de caballo- se interpuso Eren alejando a Mikasa de Jean y refujiándola entre sus brazos

-¿ah? ¿Y tu que? Tenias que aparecer justo ahora-

- alejate de ella, o sino- lo interrumpió

-¿o sino qué? ¿qué me podrías hacer tu?- lo retó. Al parecer desconocía de la fama de Eren, pobrecito

-¿quieres averiguarlo?- hizo una sonrisa torcida mientras se tronaba los dedos

-Eren, basta- lo paró la chica agarrándolo del brazo y se lo llevó rápidamente de ahí dejando solo a un confundido Jean.

Estando ya apartados Mikasa lo soltó, su mirada fría y sería se ablandó dejando ver una preocupada.

-Eren ¿por qué?- le preguntó severa pero preocupada de que casi se peleara por ella. No es como si otras veces no hubiera estado a punto de caerse a puñetazos por su causa con otros sujetos pero por alguna razón siempre la oji gris lo regañaba de la misma forma.

- Es que tengo miedo que te hagas amiga de el y ya no quieras ser mi amiga- le dijo la misma respuesta que siempre usaba en estos casos. Luego de esto siempre se ganaba un abrazo de la chica, así que todo valdría la pena solo por una caricia de ella, aunque no se conformara con eso hasta ahora bastaba.

Mucha fue su sorpresa al sentir los húmedos labios de ella sobre su mejilla izquierda y fue inevitable el sonrojó que invadió sus pómulos.

-tonto- le dijo con un notable rubor para acto seguido abrazarlo- nunca te cambiaría por nada ni nadie, eres mi mejor amigo

Lo invadió una inmensa alegría por el abrazo y el beso, eso no es algo que se gana todos los días, pero por alguna razón la palabra amigo rondaba por su cabeza.

Amigo

Amigo

Amigo

Una y otra ves se repetía en su cabeza, no dejaba de dar vueltas. Sintió cómo su corazón de a poco se escogía en su pecho ¿le dolía que ella lo viese solo como un amigo? No es como si el no hubiese dejado de recalcar que era su amigo, pero le dolía, quería que la azabache lo viera como algo más, y para conseguir eso tendrá que quitar cada obstáculo que cruce su paso por minúsculo que sea.

Recordó la razón por la cual la había estado buscando y rompió el abrazo.

-Mikasa- llamó la atención de la chica- te buscaba para decirte que el día me lo pasaré con Armin, si no te molesta-

- de acuerdo, no hay problema, también creo que debes pasar tiempo con tu amigo, no te preocupes yo estaré con Sasha- le sonrió.

                                      •••

-¡Bertold, dejalo ya!- decía una rubia mientras intentaba de librarse del agarre de su novio para tratar de ayudar a Armin el cual yacía tirado en el piso luego de que el más alto le golpeara

-ya estate tranquila Annie- le ordenó para luego empujarla con fuerza haciendo que caiga al suelo- y ahora te enseñaré a no meterte con la novia de los demás- le habló al rubio

-eres un hijo de puta- trató de levantarse- no te atrevas a lastimarla- lo retó mientras trataba de pararse pero perdió sus fuerzas en el intento al recibir una patada justo en el estómago por parte del peli negro. Éste lo agarró del cabello alzándolo a su altura.

-¿qué decías pequeña mierda?- le preguntó para con su brazo libre pegarle en la cara rompiéndole la nariz al oji azul.

-¡detente Bertold! ¡ya es suficiente! ¡por favor!- le suplicó la chica envuelta en un mar de lágrimas

- aún no, creo que no ha aprendido- sonrió insatisfecho el Hoover. Demasiada fue su sorpresa al recibir un golpe en la mandíbula y con una fuerza indescriptible cayó al suelo.

-oye tú- lo llamó el castaño de ojos verdes- ¿nunca te han enseñado que es de cobardes golpear a alguien mas débil? ¿por qué no te metes con alguien de tu tamaño?- lo retó mientras se ponía en posición de pelea

-¡y tu quien te...!- tembló al ver de quien se trataba, estuvo semanas en el hospital por causa del moreno debido a la tremenda paliza que se llevó por retarle, hacían ya dos años. Se levantó y salió corriendo de ahí, tenía miedo, demasiado miedo como para pensar siquiera en sostenerle la mirada.

-¡Armin!- la chica se lanzó a ayudarlo, revisó su rostro el cual estaba muy golpeado

-joder, no medí mi fuerza- dijo mientras se sobaba los nudillos- hey ¿amigo estas bi..? Para nada, estás hecho mierda- se apresuró para ayudarlo a pararse junto con la chica y llevarlo a la enfermería

Por ti | Hiatus..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora