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-Bueno...¿Qué te parece si primero vamos a almorzar?- sonrió el castaño

-¡De acuerdo!- aceptó- Tengo mucha hambre, conozco un lugar cerca- lo tomó de la mano para guiarlo, ante tal acto las mejillas del chico se encendieron.

-Hacen muy buena comida ahí- habló la chica mientras que el oji verde agradecía que ella estuviera ajena a su estado.

•••

-Dos currys por favor- pidió la azabache para que el camarero se retirara luego de tomar su pedido.

-¿Curry?- preguntó

-Sí, es lo mejor del local- sonrió

-Vale...si tú lo dices- apoyó su mentón sobre su mano.

Mikasa lo había llevado a un restaurante que llevaba por nombre "Sina". No era muy grande pero notó que poco a poco se iba llenando, parecía que a los clientes les gustaba su servicio.

La comida llegó, y tenía un olor magnífico, su aspecto lo hacía ver realmente apetitoso, a los chicos se les hacía la boca agua.

Agradecieron antes de empezar a comer.

-Está muy bueno- comentó Eren con la boca llena.

-Ves..te lo dije- contestó la oji gris de la misma forma.

Después de literalmente deborar su almuerzo, llegó la típica y cliché discusión de quien pagaba v:

-Ya dije que pago yo- la chica negó

-Yo pago, te traje aquí en primer lugar- contestó

-Pero fue mi idea- le siguió

-Bueno bueno hagamos un trato- propuso la asiática

-Te escucho

-Nos iremos rotando, según como vaya el día, nos vamos turnándo para ver quien paga ¿trato?- extendió su mano

-Me parece bien- tomó su mano como señal de cerrar el trato- Pero esto lo pago yo definitivamente

-Bien- puso los ojos en blancos.

Eren sacó el dinero necesario de su billetera y lo colocó sobre la mesa para luego salir del restaurante junto a Mikasa.

-¿Y ahora? ¿A donde vamos?- preguntó curiosa

-Sé a donde ir...pero antes tengo una pequeña duda que me gustaría aclarar

-¿En serio? ¿Cual?

-¿Te gustan los perros?-

-¡Si! ¡Mucho!- sus ojos grises brillaron y sus mejillas se tornaron de un color rosado.

-Jeje que bien- la tomó de la mano para ser ahora él quien la guiaba, la azabache se sonrojó aún más.

•••

-¡Es muy bonito!- dijo emocionada para darle un pequeño beso al cachorro entre sus brazos. Eren hizo una mueca de desagrado.


-Je me alegra que te guste- sonrió intentando disimular. Un perro mucho más grande se abalanzó sobre el castaño haciéndolo caer al suelo.

La chica rió mientras veía a Eren tratando de quitarse al enorme perro de arriba. Éste parecía no querer ceder, en cambio empezó a lamer su cara.

-¡Puak! ¡No en mi boca!- se quejó, a lo que la chica rió aún más fuerte aún con el pequeño cachorro entre sus manos.

A Eren le encantaba escucharla reir, era como un canto de ángeles, pero definitivamente no le gustaba que se riera de él en esta situación.

Por ti | Hiatus..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora