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-Es...hermoso- dijo Mikasa impresionada por la belleza del lugar

-Pregunta seria- llamó Annie la atención de todos- ¿Por qué no hay nadie? Normalmente estos lugares están nublados de gente

-Bueno, Eren y yo siempre veníamos aquí desde años atrás. Como tal no muchas personas tienen conocimiento de la existencia de este sitio, al menos por lo que sé, ademas de que nunca hay nadie además de nosotros.

 Como tal no muchas personas tienen conocimiento de la existencia de este sitio, al menos por lo que sé, ademas de que nunca hay nadie además de nosotros

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-Es tan genial como lo recordaba- sonrió Eren a la par que la brisa despeinaba su cabello. Dejo su mochila sobre una roca, se sacó la polera, los zapatos y se echó a correr- ¡Vamos! ¿A qué esperan?

-¡Eren! ¡Espérame!- le gritó Armin para luego hacer lo mismo. Las chicas solo se miraron avergonzadas por la actitud de los chicos. Dejaron sus cosas y también los siguieron.

-¡Oigan no nos dejen atrás!- gritaron al unísono, se apresuraron donde ellos y de un chapuzón se sumergieron.

-Oye Eren- lo llamó la azabache, y justo cuando volteó le lanzó agua en la cara.

-Oh~ lo que te has buscado- dijo y acto seguido la asiática caminó rápidamente riendo en dirección contraria, o al menos eso intentaba, ya que el agua le frenaba la velocidad.

La oji gris en su afán de correr resbaló con una piedra sepultada en la arena y se hundió. Eren tampoco la notó y también se hundió, cayendo encima de Mikasa. Fue de total agrado para ambos suave rose de sus cuerpos antes de tomar el aire. La chica tosió un poco debido a que tragó algo de agua en la inesperada caída.

-¿estás bien?- le preguntó preocupado el castaño

-si- le respondió retomando su postura, sonrió haciendo que un sonrojo se pose en las mejillas del castaño

-Ahh, eh que bien-  comentó algo nervioso. Se echó el flequillo hacia atrás dejando destapada su frente.

Mikasa se dió cuenta de lo guapo que era su amigo. Su cabello sedoso y castaño, ahora mojado, su piel levemente bronceada, su notable sonrojo el cual le hacía ver muy tierno, su abdomen bien trabajado, se sonrojó al haber desviado su mirada al mismo. Y sus ojos, por dios sus ojos la hacían sumergirse dentro de un mundo que antes era desconocido para ella, uno solo encontraba en sus esmeraldas.

-¡Eren! ¡Mikasa!- los llamó Armin. Ambos chicos giraron su mirada hacia donde él y les pareció raro ver a Annie sobre los hombros del rubio.

-¿Que hacen?- preguntó el moreno

-¿Que no es obvio?- le siguió la oji azul para acto seguido poner sus manos en la cabeza de su chico y su barbilla sobre estas.

-Nop-
                                  
-¿Es alguna especie de juego o algo?- dijo dudosa la azabache

-Si- sonrió el oji zafiro

-¿Y como se llama?- nuevamente preguntó la asiática

-La verdad no creo que tenga un nombre pero si lo tiene lo desconozco- dijo Armin- bueno pero trata de que...bueno primero tienen que estar igual que nosotros jeje- hizo una leve pausa al no saber como explicarse bien. -Y entonc-

-Entonces las que están arriba, o sea tu y yo Mikasa, tenemos que ¿como decirlo? ¿luchar entre nosotras? El equipo perdedor es el que cae al agua- lo interrumpió Annie

-Se ve divertido- comentó el oji verde- de acuerdo ¡juguemos!

Rápidamente se metió en el agua y cuando salió tenía a Mikasa encima de sus hombros.

¡Wow!- pensó. Le daba algo de mala espina, porque se podría caer, aunque por otro lado era adrenalina pura.

-¡Genial! ¡Ganaremos!- dijo Armin

-¡Eso es lo que tu crees!- rió Eren.

Por ti | Hiatus..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora