Por ti | Hiatus..

7

Eren nunca había tenido ningún pensamiento impuro hacia Mikasa, sin embargo ahí se encontraba, teniendo un sueño húmedo con ella. Se levantó exasperado, consciente del bulto en su pantalón en el cual punzaba un leve dolor. Se dirigió al baño de su cuarto y se echó agua en la cara, luego se dió un baño esperando que la erección bajara.

Al salir se vistió y bajó a desayunar, saludó a su madre y a su padre los cuales estaban en la cocina. Se sentó y disfrutó de su comida.

El castaño salió de su casa, se dirigía a su escuela esta ves solo. Pasó por en frente de una tienda donde pudo visualizar a través del cristal una bonita bufanda roja, entró a la tienda y vio el precio, no era muy cara, de hecho estaba bien barata, la compró y la guardó en su mochila, aún era temprano así que llegaría a tiempo al colegio. Miró al cielo y lo notó algo nublado

-Tiene pinta de que va a llover hoy

                                    •••

Una ves más los alumnos del salón #104 se encontraban dando clase de ciencias con la profesora Hange Zoé. Las clases con ella eran interesantes, aunque a veces daba miedo por las caras raras que ponía o su forma de hablar cuando se emocionaba.

-Y bien chicos- sonrió y se acomodó los lentes- eso ha sido todo por hoy- tomó sus cosas para ir a su siguiente turno- Hagan la tarea ¿si?- se retiró

- oye Eren- lo llamó el rubio

-¿oh? ¿que pasa Armin?

-¿que te parece si mañana después del colegio vamos a nadar a la costa? Ya sabes como en los viejos tiempos

-Me parece genial, por supuesto amigo- chocaron puños

                                     •••

Era la hora de la salida y la escuela estaba casi vacía, Eren espiaba a Marcel mientras este recogía sus cosas y se dirigía a la puerta para marcharse, pronto debía llevar a cabo su asesinato antes de que le causara problemas.

-oh vamos ¿que haces?- se dijo para si mismo al notar que su presa se paraba justo en la puerta y miraba al cielo. Había comenzado a llover, el peli rojo puso su mochila en el suelo, se agachó y sacó una sombrilla.

-¿en serio empezó  a llover?- se escuchó una vos familiar bastante cerca del castaño. Se volteó y confirmó su sospecha al encontrar esos grisáseos ojos que tan bellos le parecían.- ¿Eren? Vaya ¿a ti también te cogió la lluvia?- le preguntó

-ahh si, que mala honda y olvidé mi paraguas en casa- apartó su mirada donde el Galliard y captó que ya no se encontraba ahí- joder se me ha escapado- se quejó entre dientes

-¿que se te escapó Eren?- preguntó curiosa la azabache. El castaño giró su atención nuevamente a la chica

-eh nada nada, solo decía que se me ha escapado...el paraguas, si eso, jeje- se rascó la nuca nervioso. Genial ,que respuesta tan creíble se le había ocurrido, lo bueno fue que la asiática le restó importancia.

-Achú- estornudó la pelinegra, acto que al chico le había parecido tierno y adorable.

-¿aún estas resfiada?

-si un poco- se sopló la nariz- pero ya casi no tengo nada- le sonrió

-vaya me alegra- un silencio reinó en el lugar, el cual era muy confortable hasta que Eren se percató que la oji gris se frotaba los brazos con la intención de darse calor.

-¿tienes frío?- le preguntó preocupado

-algo- grande fue su sorpresa al notar al rededor de su cuello y parte de su cara una bonita bufanda roja, la cual el oji verde había sacado de su mochila.

-ten- terminó de colocársela- espero que te ayude a conservar el calor- le sonrió carismático. Un rubor invadió los pómulos de la chica, por suerte para ella la bufanda tapaba sus mejillas así que el moreno no se dió cuenta.

-gracias- puso una de sus manos sobre el suave cabello castaño del chico a lo que el se sonrojó y la azabache soltó una melodiosa risa que era música para los oídos del chico.- te la devolveré mañana ¿de acuerdo?

-no hace falta- movió sus manos en negación- quédatela, es tuya

-¿en serio?- el contrario asintió- me gustó mucho, la cuidaré.

                                    •••

Luego de unos minutos que parara de llover Eren acompañó a Mikasa hasta su residencia, mientras se dirigía a la suya se fijó que Marcel salía de una carnicería a 15 metros aproximadamente de distancia de la casa de Mikasa (xd)

-Así que aquí es donde vienes después del colegio- Miró su reloj para fijarse en la hora, eran las 5:36 PM. Sonrío perversamente al crearse un plan para acabar con él de una ves por todas. Se percató que Marcel volvió de nuevo a la carnicería, se escondió detrás de un poste telefónico para evitar que lo notara y esperó, volvió su vista nuevamente hasta el reloj en su muñeca y ya eran las 5:52 PM. Observó que la puerta del lugar se abría y salía el peli rojo junto con otro chico rubio, los dos se parecían mucho por no decir que eran idénticos, solo se diferenciaban en el tamaño y el color de pelo.

-Vamos Pokko, apesúrate, mamá nos está esperando- le dijo el mayor

-No me des órdenes Marcel, si si ya vamos- dijo el menor mientras sonreía y rebasaba en el paso al peli rojo.

-Un momento ¿son hermanos o algo así?- se preguntó el oji verde. Los siguió discretamente hasta que los dos chicos entraron en una acogedora casa no muy lejos de la carnicería.

                                  •••

Yacía recostado el castaño en su cama mientras se comía las uñas, estaba algo estresado, el plan que se había creado en su mente se fue a la mierda, no podía simplemente matar a Marcel y darse el lujo de que su hermano lo descubriera, sería su fin. Rápidamente se sentó y puso sus manos sobre su cabeza.

-¡lo tengo!- una sonrisa torcida se posó en sus labios- es perfecto- se jaló los cabellos- primero acabaré con tu preciado hermanito y luego contigo- soltó una malévola carcajada- muy dolorosamente morirás, todo vale por mi amada Mikasa- se recostó bruscamente- todo esto es por ti- torció aún más su sonrisa- después irás tú Louise lo voy a disfrutar demasiado jeje- sus ojos brillaban de color carmesí y su sed de sangre lo dominaba, sacó del bolsillo de su pantalón la navaja y observó el reflejo de sus ojos en ella- y tú cara de caballo, voy a deleitarme con cortarte en pedacitos