El molesto ruido de la alarma la hizo hartarse y apagarla. Aún sin levantarse, se volvió a acomodar en la cama para disponerse a dormir de nuevo. Recordó la razón por la cual puso la alarma, se levantó de su cómoda cama para dirigirse al baño y alistarse para buscar a Eren.
Bajó a desayunar y mientras comía miró el reloj en su muñeca derecha justo encima del vendaje, eran las 8:30 AM, en 15 minutos tardaba el recorrido de su casa hasta la de Eren, así que le daba tiempo terminar su comida tranquilamente.
-¿Mikasa? ¿vas a salir?- preguntó su madre entrando al comedor secándose el sudor en su frente con un pañuelo
-si, saldré con Eren- le respondió serena sin dejar de comer- por cierto ¿qué hacías? Y ¿papá?
-estaba ayudando a tus abuelos a bañarse, pobrecillos, ya ni pueden caminar solos- se lamentó- y respondiendo a lo de tu padre, supongo que está buscando trabajo- contestó
-está bien- se levantó- volveré en la noche, adiós mamá- se despidió mientras caminaba hacia la salida.
•••
-buenos días- lo saludó la rubia con una sonrisa en su rostro
-buenos días- le devolvió el saludo y la sonrisa luego de tallarse los ojos.
-¿ cómo amaneciste? ¿dormiste bien?- le preguntó acomodándose en la cama
- pues bien- le contestó posando su azulina mirada en la chica
-últimamente no he podido dormir bien, pero anoche dormí de maravilla- comentó para acto seguido dejar un húmedo beso en los labios del rubio. Se levantó ,tomó su ropa que yacía tirada en el suelo y se dirigió al baño.
Armin se acomodó nuevamente, tal ves podría descansar un poco más, estaba realmente agotado después de la noche anterior, ¿y cómo no estarlo? Annie era realmente activa. Pero a pesar de todo, había sido increíble, incluso mejor que la primera vez.
•••
Eren abrió la puerta, tras esta estaba su pequeña obsesión, tan hermosa como siempre, esperándole, dicho acto le hacía mucha ilusión.
-Ah! Hola Mikasa- la saludó sonriente para luego hacerse a un lado y dejarla pasar
-Hola Eren- le devolvió el saludo después de entrar a su residencia.
-¿ya nos vamos?- preguntó llevándose una afirmación de la azabache- espera un momento, no tardo, siéntate- dijo para encaminar sus pasos hacia las escaleras que lo llevaban a su habitación.La oji gris se sentó en el sofá que yacía en la sala de estar.
-Hola Mikasa ¿cómo has estado?-
-Buenos días Carla, todo ha estado bien ¿y usted que tal?
- todo bien, gracias por preguntar, pero por favor, te he pedido que dejes eso de las formalidades, eres amiga de Eren, y también mía-
-está bien- le contestó para a continuación sonreirle. La señora Jaeger era muy buena persona y la había tratado realmente bien, se sentía muy a gusto en la casa del castaño.
-¡ya vine!- alzó la voz el oji verde ya terminando de bajar las escaleras.-¿ nos vamos?
-si- contestó para levantarse e ir con el chico hacia la salida
-¡diviértanse chicos!- enunció la mujer castaña mientras agitaba su brazo en son de despedida
Caminaban juntos mientras mantenían una conversación sobre cosas triviales, hasta que el oji verde visualizó una casa demasiado vieja, parecía que en cualquier momento se iba a caer. Al notar que la asiática no detenía su camino la siguió hasta su destino, el cual era esa vieja casa.
Era como si la casa desde afuera te dijera "si entras aquí vivo no sales eh, date a tomar por culo". Realmente se miraba espeluznante, las puertas y ventanas estaban viejas, demacradas polvorientas, y a través de los cristales rotos de éstas últimas se podía apreciar las telarañas. Las tejas del techo se podrían caer en cualquier momento en la cabeza de alguno de ellos, ya que se veían demasiado inestables.
-ya llegamos- anunció la chica
-¿aquí? ¿este es el lugar secreto?- dijo algo confundido el moreno
- pues si, cuando mis padres y yo veníamos a visitar a mis abuelos, a veces me hartaba de ellos y escapaba aquí ¡Entremos!
- la verdad este lugar no me causa muy buena espina, pero está bien- accedió el chico
Con dificultad abrieron la puerta ya que está se encontraba trabada debido a que no se había abierto en años, posteriormente cayó una fina capa de polvo lo que hizo que ambos jóvenes tosieran, en especial Mikasa ya que era la que iba a la cabeza.
-¿estás bien?- preguntó algo preocupado el castaño
- estoy bien, descuida- dijo al terminar de toser
-bueno creo que no debemos entrar- comentó algo nervioso el más alto. ¿Qué tal si se le aparecía un fantasma como en las películas de terror? Es mejor prevenir
-¿ qué pasa? ¿tienes miedo?- se burló la chica. Claro que no, definitivamente no tenía miedo ¿o si?
-por supuesto que no, que dices- se rió
-entonces no hay ningún problema, entremos- dijo la azabache para introducirse en la tenebrosa residencia.
El suelo estaba hecho de madera, la cual estaba podrida, lo que la hacía más suave y con más probabilidades de romperse. ¡Joder cada ves esto pintaba peor! Se estaba pareciendo mucho a las pelis de terror, solo faltaba que el espíritu o fantasma o lo que sea venga a asustarlos. ¿Cómo podría ser que ella de pequeña viniera sola a este lugar? ¿Es que acaso Mikasa era amante del terror? Fuera lo que fuera en verdad era bastante valiente.
-no tengas miedo, no está embrujada ni nada parecido- río mientras abría las desgastadas ventanas para abrirle paso a la luz, ya que estaba muy oscuro.
Solo por ser ella le creería, para nada parecía embrujado el lugar, tampoco había probabilidades de que se le apareciera una rara especie de monstruo para espantarlos, ni nada que se asemeje. No es como que tuviera motivos para creer eso, además confiaba en su palabra, si ella decía que no había ningún puto fantasma era porque no había ningún puto fantasma.
-subamos Eren- apuntó la chicas a las escaleras, las cuales se encontraban en muy mal estado. Se veía demasiado arriesgado subir, ya que en cualquier momento podría un escalón romperse sin ni siquiera tocarlo.
-no creo que sea buena idea- anunció
-vamos, no seas princeso- vale, lo de princeso lo cabreó un poco, o al menos eso creyó, no podía enojarse con ella pero lo tomó como un reto y subió primero con mucho cuidado de no quebrar ninguna grada, después de él subió ella.
Arriba habían tres habitaciones y en cada una de ellas había una vieja cama y un clóset. Todo aparentaba estar viejo y muy frágil debido a los años, y más sin utilidad y limpieza.
La peli negra y el castaño se dirigieron a la habitación al final del pasillo, ya que la chica le comentó que era en la que más a gusto se sentía.
-entonces ¿de esto se trataba?- dijo para si mismo el castaño- conque secreto eh- a lo que la asiática río
- pues si ¿ves que no hay fantasmas ni nada parecido? ¿aún tienes miedo?- le sonrió
-para nada- confesó el más alto posando su mirada en los grises de ella, se hundió en la profundidad de sus ojos, era como el fondo del pozo, el mejor pozo de todos, del cual no quisiera salir jamás.
Por parte de Mikasa las esmeraldas que el chico poseía le parecían únicas y divinas, un notable rubor invadió sus pómulos al notar la verdosa mirada de él sobre la suya, era un contraste perfecto, en el que cada uno estaba centrado en observar los ojos de su contrario.
- es decir- rompió Eren el momento- nunca tuve miedo
-¿ en serio?- dijo simulando duda la chica- parecía que querías correr
- no es cierto
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Por ti | Hiatus..
Fanfiction-mataré a todo el que se interponga entre tú y yo, destruiré al mundo entero si es necesario porque te amo-le dijo con una sonrisa macabra -Estás loco- contestó horrorizada la azabache -Loco por ti