Por ti | Hiatus..

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-¡Ah! Eren, más despacio- gemía una azabache casi rogándole al castaño.

-¡Ah Mikasa! Me encantas- acercó su rostro al de su hermosa asiática mientras la penetraba más fuerte e ignoraba la petición de la oji gris disfrutando del delicioso choque entre sus cuerpos desnudos. Lágrimas de dolor y frustración se posaron en los ojos de la chica.

-Oh no llores Mika~ le dijo suave secando sus lágrimas- quisiera que disfrutaras esto tanto como yo- hizo una sonrisa torcida a la cual la peli negra respondió con una mueca de pánico.

Se levantó agitado, secándose el sudor de la frente con las palmas de las manos. Trataba de controlar su respiración mientras procesaba lo que acababa de pasar.

-Ese sueño de nuevo- dijo al notar el bulto en su pantalón.

-¡Eren! ¡ven pronto a desayunar! ¡vas a llegar tarde!- escuchó gritar a su madre

-¡Sí mamá! ¡Enseguida bajo!- se levantó y tomó un cambio de ropa para darse una ducha de agua fría para que la erección bajara. Al salir del baño agarró su mochila y se dirigió a la cocina, al terminar su comida se despidió de su madre y tomó rumbo hacia el colegio.

                                    •••

Se levantó ya cansada del irritante sonido de la alarma, normalmente no la usa pero últimamente se ha estado desvelando leyendo libros de suspenso u horror, así que por precaución usa la alarma para no despertar tarde. Tomó un cambio de ropa, se duchó y bajó a desayunar.

-Buenos días mamá- saludó educadamente a  su progenitora la cual rápidamente se lo devolvió.- ¿y los abuelos?

-ahora les llevaré el desayuno- dijo levantando un plato en cada mano- disfruta el desayuno hija- le sonrió la mayor mientras caminaba a la habitación de los ancianos

-gracias mamá- procedió a disfrutar de la comida con la tranquilidad que la caracterizaba. Al terminar se despidió de su madre y tomó camino hacia el colegio.

-Que raro que Eren hoy no vino por mí- pensó la azabache apresurando su paso hasta que una conocida vos la sacó de su trance.

-¡Mikasa!- escuchó que la llamaban, se detuvo, miro hacia atrás y se encontró con el castaño de ojos verdes acompañado de un rubio de ojos azules.

-Eren- le sonrió- Hola

-Hola jeje- se rascó la nuca apenado- lamento no haber ido por ti hoy- le echó una ojeada al menor

-Armin- le estrechó su mano como saludo a la asiática- Eren me ha hablado mucho de ti- soltó una corta carcajada a lo que Eren se sonrojó levemente.

-Mikasa- aceptó el saludo- también me ha hablado de ti, es un gusto conocerte finalmente, Armin. Los tres chicos continuaron su camino hacia el colegio mientras conversaban cosas triviales.

-¡Oh! Por cierto Mikasa- el rubio llamó la atención de la asiática- Eren y yo íbamos hoy a la costa ¿quisieras venir con nosotros?- le propuso

- no creo que- el oji verde fue interrumpido por la chica

-claro, me encantaría, sería genial- le respondió

-yo creo que- nuevamente el castaño fue interrumpido

-¡Muy bien! Invitaré a Annie y así estaremos completos- celebró el más bajo- ¿tu que crees Eren?

-has lo que quieras- infló la mejilla derrotado

                                   •••

En la hora del recreo Armin se encontraba buscando a Annie. La verdad estaba bastante entusiasmado por que ella los acompañara en esta salida. La buscó en todas partes pero nada.