Itsuka Kendo responde de forma inmediata. —Levantó un carruaje sin esfuerzo. Y el exiliado hijo de los grandes científicos, Midoriya Izuku, está con él.
Los ojos del hombre se abren automáticamente al escuchar ese nombre.
— ¡KUROGIRI!—Atento a sus órdenes. —susurra una silueta atravesar las sombras y aparecer a un costado del joven.
—Envíales una carta de invitación a la gran ciudad.
—De inmediato, señor Shigaraki.
────┈┈┈┄┄╌╌╌╌┄┄┈┈┈────
Confesión estrellada
El profundo cielo nocturno había cubierto cada rincón de la tierra, y un centelleante río de estrellas decora el pueblo Nachi.
Los habitantes y asistentes de la gran fiesta de la primavera dan sus últimas visitas para finalizar observando el obsequio nocturno de Dios.
Muchos comenzaban a orar, otros simplemente a despedirse del evento con alegría y la suficiente esperanza para volver a asistir el año que viene.
Y un par de escarlatas bastantes lejanas al evento central, admiran a las estrellas expresando vitalidad y asombro en su rostro.
Bakugou e Izuku se las habían arreglado para distanciarse de todos, ahora mismo en la cumbre de una montaña, aprecian a las estrellas, además de oír de manera constante la melodía de los grillos y animales.
La brisa nocturna sacude suavemente su camisa mientras observa el rostro tranquilo del rubio ceniza ensimismado sobre la noche. No lo entiende del todo, pero se siente un poco nervioso.
—Yo realmente quería que conocieras la fiesta de la primavera, Kacchan.
Izuku rompe el silencio con su voz suave y con una sonrisa en sus labios, mientras abraza sus propias piernas.
—Te esforzaste mucho. —añade sobre el césped.
Bakugou le mira por un instante y luego regresa su mirada hacia las estrellas, sentado de forma relajada a su lado. —Sí.
La mente del rubio ceniza divaga en un centenar de pensamientos, logrando comprender el ambiente en el cual vivía. Su mente estaba comprendiendo el peso de su existencia y de algún modo despertando su necesidad de independencia pero a la vez de emociones, de sentir.
No puede evitar observar el rostro pecoso a su lado hablándole de forma tan cálida y recordar a Ochako en busca de su atención. Realmente no lo puede evitar.
Las cejas rubias cenizas se fruncen levemente y clava sus dedos en el césped, con molestia.
Y el rostro de Izuku baja por un segundo y observa las puntas de sus dedos. No se percata del enojo de Katsuki, ya que más bien siente que su corazón desea abrirse con él.
Hacía tiempo que no sentía tal nivel de confianza como en aquellos momentos.
Después de pasar la gran parte de su vida en soledad, ahora el sentir que Bakugou estaba a su lado generaba que su parte abandonada revelara sus más grandes miedos e inseguridades con él.
—Ya que, después de todo, Kacchan es muy confiable.
Es lo que Izuku piensa al instante en que sus labios se presionan dubitativos y luego aclara su garganta. —La verdad es… Que yo no soy de aquí. —confiesa con su rostro un tanto apagado.
Aquello que piensa confesar, es lo que más le duele y marca en el corazón, el núcleo de su tristeza e inseguridades. Y por primera vez lo contaría.
Las escarlatas al escuchar esas palabras del joven pecoso se detienen sobre él. Bakugou Katsuki no tiene intención alguna de dejar de mirar ese rostro angustiado y apagado a su lado.
ESTÁS LEYENDO
Frankenstein Explosivo ¦Katsudeku¦
Fanfic«¿Qué sucede cuando eres científico y terminas creando vida? Era la más hermosa criatura creada, perfecta y admirable. Pero claro, sólo cuando dormía.» ______________________________________________ ×Advertencia: Contenido YAOI (chicoxchico) estás...